|
Como madre, ¿Alguna vez haz mirado con envidia la vida de otras mujeres?
Los estilos de vida diferentes al nuestro a menudo parecen glamorosos y emocionantes, porque, seamos sinceras, limpiar narices y cocinar macarrones con queso no parece ser tan glamoroso.
A veces, sin embargo, las madres perdemos de vista la voluntad de Dios para nosotras, ya que nuestras tareas parecen demasiado obvias u ordinarias.
Pero Dios mismo se ocupa de tareas domésticas repetitivas cada día: nos alimenta, nos cuida, nos cura las heridas, cuida las plantas y animales, hace llover, etc.
¿Cuáles tareas domésticas a puesto Dios para tí este día?
¿Cómo las comparas con lo que Dios hace cada día por nosotros y el planeta?
Únete a la conversación y comparte tus pensamientos en la sección de comentarios.
- El Espíritu Santo
- Cuando el guerrero dormido despertó
- ¿Es este el fin del mundo?
- Una historia de amor
- Odisea Cristiana No. 36
- Un buen viernes santo
- La teología del vaso medio lleno
- Ruth – Los niños hablan No. 09
- Por qué ya no creo en la aniquilación eterna
- ¿Quiénes son los «dos testigos» en Apocalipsis 11?