Adviento, un tiempo en que muchos en la fe cristiana empiezan a prepararse para la Navidad. En los próximos episodios, voy a estar cubriendo los cuatro temas de Adviento: esperanza, paz, alegría y amor. Juntos, vamos a examinar las escrituras que iluminan quién es Dios, por qué vino, y lo que él trae para nosotros. Espero que me acompañen…
¿Alguna vez ha visitado las Cavernas de Carlsbad en Nuevo México? Yo lo hice cuando era mucho más joven. Estas cavernas son cuevas subterráneas hermosas, enormes, algunas de las cuales ¡nunca han visto la luz del sol! Allá abajo, si se apagan las luces quedas en la oscuridad absoluta. Imaginen mi sorpresa cuando el guarda del parque ¡apagó las luces!
Ni siquiera podía ver mi mano delante de mi cara. Cuando mis ojos se trataron de ajustar, una ola de miedo y ansiedad creció dentro de mí. Me sentí como si estaría atrapado bajo tierra para siempre. Finalmente, el guarda parque encendió una linterna y apuntó al techo de roca. A pesar de que no era mucho más fuerte que una vela, el rayo iluminaba toda la caverna, ahuyentando la oscuridad. No necesito decirles que tan pronto como vi la luz, mi miedo desapareció.
Esa experiencia me hizo recordar este pasaje de Isaías:
«El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz» (Isaías 9:2).
Isaías vivió en una época de guerra e incertidumbre, cuando parecía que no había esperanza para la liberación de la invasión y ocupación. No suena tan diferente de nuestro mundo de hoy, ¿verdad? Él utilizó la imagen de la luz y la oscuridad para describir los sentimientos del pueblo de Israel, con la esperanza y el anhelo de liberación.
«Mira, las tinieblas cubren la tierra… pero el Señor se eleva sobre ti, será vista su gloria sobre ti» (Isaías 60:2).
Durante el tiempo de Adviento tratamos de recordar como debe haber sido esperar al Mesías. Seiscientos años antes del nacimiento de Cristo, el profeta Zacarías escribió:
«¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! He aquí, tu Rey viene a ti, justo y Salvador es Él…» ( Zacarías 9:9).
Estas profecías deben haber sido como rayos de luz en una época en que la oscuridad y la tristeza plagaba Israel. Después de experimentar el apagón completo en las Cavernas de Carlsbad, tuve una pequeña muestra de cómo se siente la desesperanza. Afortunadamente, la profecía de Zacarías se hizo carne en la forma de Jesucristo, quien dijo:
«Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12).
Al comenzar nuestra serie y continuar moviéndonos más cerca de la Navidad, quería tomar un segundo para recordarnos lo que el Adviento significa realmente. Es la versión española de la palabra latina adventus, que significa «venida», como en «el Señor está por venir». Al examinar el tema de la esperanza, se nos recuerda que hemos sido sacados de las tinieblas y ahora vivimos en la luz y esperanza de Jesucristo. ¡Y eso es algo que realmente podemos celebrar!
Soy Joseph Tkach, hablando de la VIDA.
HABLANDO DE LA VIDA EN ADVIENTO
- Hablando de la Esperanza en Adviento
- Hablando del Amor en Adviento
- Hablando de la Alegría en Adviento
- Hablando de la Paz en Adviento