por Ted Johnston
Los padres o los que tienen la tutela infantil son generalmente las influencias más importantes en el desarrollo espiritual de los niños. Esto presenta tanto una responsabilidad como una oportunidad. Concerniente a la responsabilidad, los padres tienen la asignación dada por Dios de enseñar a sus niños acerca de Dios y de Su amor (Deuteronomio 4:10; 6:7). Concerniente a la oportunidad, los niños pequeños tienden a ver a sus padres como “si fueran dioses” en autoridad y credibilidad.
Los padres pueden capitalizar ésta ventana de oportunidad—pues ella puede permanecer abierta sólo por unos pocos años. Los padres sabios son por lo tanto oportunistas—capitalizan los momentos que pueden ser de enseñanza en las vidas de sus niños. Uno de tales momentos se acerca cada Diciembre, pues la Navidad domina la comunidad, la escuela y la familia, para la mayoría de las personas.
Aunque podemos objetar contra el comercialismo en mucho de estas celebraciones de Navidad, podemos tomar ventaja de esta oportunidad anual para ayudar a que los niños aprendan acerca del milagro del nacimiento de Jesús.
Durante la mayor parte de mi vida adulta yo evité la Navidad, creyendo que era pagana tanto en origen como en práctica contemporánea. He llegado a aprender que mis reclamos de su origen pagano eran, cuando mejor, exagerados, y que mi anterior suposición de: una vez pagana, siempre pagana, era simplemente falsa (vea el artículo “Paganismo, Paganos y Costumbres Paganas”). Ahora me doy cuenta que Dios es el Creador y Redentor de cualquier día del calendario. Aunque no sabemos con certeza el día del nacimiento de Cristo, los extensos relatos bíblicos de Su nacimiento invitan nuestra celebración y adoración enfocada (lea “La fecha del nacimiento de Jesús”).
En verdad el nacimiento de Jesús es quizás el más grande de los milagros de Dios—porque a través de Su nacimiento, Dios tomó carne humana para poder convertirse en Emmanuel—Dios con nosotros— Dios vino a ser uno de nosotros; Dios vino a salvarnos. ¡Gloria a Dios en las alturas!
El mensaje bíblico de Navidad, presentado apropiadamente, capta la imaginación y el corazón de los niños en todas partes. Piense sobre ello—Dios escogió entrar a nuestro mundo en la carne de un bebé—Jesús, ¡plenamente el Eterno Hijo de Dios y, sin embargo, plenamente un bebé humano!
Por qué Dios vino en ésta manera es parte del misterio de Cristo. Al venir como un bebé, Dios se identificó plenamente con nuestra baja condición—compartiendo plenamente nuestra experiencia, incluyendo todo nuestro sufrimiento. Qué manera tan poderosa de mostrar a los niños que Dios los ama—Él fue un niño una vez, así como ellos lo son. El niño Cristo creció, se convirtió en hombre, murió y fue resucitado para que ellos puedan estar con Él y compartir Su amor para siempre.
La Navidad ofrece a los padres y a los obreros en el ministerio infantil una maravillosa oportunidad para compartir a Jesús. Esto se puede hacer representando las historias del nacimiento de Jesús—Su natividad en un establo, la visita de los pastores y la visita final de los magos. Muchos niños se deleitan participando en éstas representaciones dramáticas. También se constituyen en poderosos eventos de alcance evangelístico.
Dentro del hogar, las decoraciones de Navidad pueden servir como momentos de enseñanza para los niños. Un árbol navideño puede ser una ilustración cautivadora de que Jesús es vida eterna. Las luces en el árbol ilustran que Jesús es la luz del mundo. El intercambio de regalos puede usarse para decirles a los niños acerca del más grande regalo de Dios—Su Hijo que vino envuelto en pañales. Una escena en el mesón sobre un manto, puede usarse para ilustrar la historia completa de la natividad.
Mi sugerencia alentadora para los padres y congregaciones es ésta: usen la Navidad como un poderoso momento de enseñanza. Enseñen acerca de Jesús—en particular, el milagro del nacimiento de Jesús. No dejen pasar esta gran oportunidad. Para ayudarles a ustedes a capitalizar la oportunidad de la Navidad, aquí hay algunas ideas adaptadas de: “Ayude a su Niño a Descubrir la Verdadera Navidad”, Gospel Light, 1992.
Ayude a su niño a conocer los simples hechos del nacimiento de Jesús:
- Lea a su niño el relato de la primera Navidad procedente de libros de historias de la Biblia, o de una versión de la Biblia fácil de entender. Dígale a su niño que ustedes oirán la historia otra vez en la iglesia.
- Asistan como familia al servicio de Navidad, ¡sin importar cuán ocupada esté su agenda! Escuchen el evangelio y canten juntos los cánticos navideños.
- Visite su librería cristiana y escoja libros o videos sobre el “bebé Jesús”, que sean llamativos para su niño.
Ayude a su niño a sentir que Jesús es el más grande regalo de amor de Dios
- Recuerde que mucho de la respuesta de su niño es un reflejo de las actitudes que él o ella ve en casa. Nútrale sentimientos de gozo, amor y agradecimiento a su niño.
- Evite (tanto como sea posible) el ocupado bullicio del día festivo, que hace que el niño pequeño se sienta ignorado. En lugar de eso, concéntrese en prepararse para la celebración del nacimiento de Cristo en una forma espiritual: orando juntos y celebrando la temporada de Adviento.
- En presencia de su niño, agradézcale a Dios por Jesús.
Ayude a su niño a expresar gozo, emoción y sentimientos de amor
- Incluya a su niño en hacer decoraciones, comidas, regalos y tarjetas navideñas para miembros de la familia y amigos.
- Muestre alegría hacia su niño mientras canta las canciones de Navidad. Aprenda los cantos de Navidad que su hijo canta en la iglesia, para que también los puedan cantar juntos en casa. Enfatice los cantos Cristo-céntricos.
- Sea sensible a los momentos cuando es natural hablar acerca de Dios, y anime a su niño a hablarle a Dios con agradecimiento y alabanza.
Celebre la Natividad
- Mantenga claro el significado de la Navidad a lo largo de la temporada festiva comentando con frecuencia: “La Navidad es un tiempo alegre porque celebra el nacimiento de Jesús”.
- Hornee y decore un pastel de cumpleaños para Jesús. Los niños entenderán eso porque la Navidad celebra el cumpleaños de Jesús si es que hay un pastel. Cántele “Feliz Cumpleaños” a Jesús y planifiquen juntos lo que la familia suya puede darle a Él como un regalo de amor.
- Den como familia un regalo de cumpleaños a Jesús, haciendo algo extra especial para otras personas. Hagan galletas (o incluso una cena completa) y llévenlas a familiares ancianos y personas solas. Lleven comida enlatada o cosas de higiene personal a una misión de refugio. Adopten a una familia necesitada por medio de una agencia de beneficencia.
Mantenga a Santa Claus en la perspectiva correcta
- Explique que las leyendas sobre Santa Claus están basadas en Nicolás, un ministro cristiano que existió realmente, que amaba a Dios y que daba generosamente a los pobres.
- Evite el énfasis en: ¿Qué quieres que Santa Claus te traiga para Navidad? y “Pórtate bien para que Santa Claus te traiga algo”.
- Cuando su niño quiera hablar sobre Santa Claus, escuche con atención. Después, lleve el diálogo hacia Jesús y Su nacimiento.
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