|
Como madre, ¿Alguna vez haz mirado con envidia la vida de otras mujeres?
Los estilos de vida diferentes al nuestro a menudo parecen glamorosos y emocionantes, porque, seamos sinceras, limpiar narices y cocinar macarrones con queso no parece ser tan glamoroso.
A veces, sin embargo, las madres perdemos de vista la voluntad de Dios para nosotras, ya que nuestras tareas parecen demasiado obvias u ordinarias.
Pero Dios mismo se ocupa de tareas domésticas repetitivas cada día: nos alimenta, nos cuida, nos cura las heridas, cuida las plantas y animales, hace llover, etc.
¿Cuáles tareas domésticas a puesto Dios para tí este día?
¿Cómo las comparas con lo que Dios hace cada día por nosotros y el planeta?
Únete a la conversación y comparte tus pensamientos en la sección de comentarios.
- ¿Que haría Jesús?
- Seminario 2016 Bogotá: Arraigados en su Amor – El Noticiero de la Comunión de Gracia Internacional en América Latina
- Así tan grande es mi amor
- ¡Perdonados!
- El verbo se hizo carne
- Una luz cegadora
- ¡Qué bueno que viniste a cumplir las promesas de Dios!
- ¡Que bueno que viniste a traer luz al mundo!
- ¡Que Bueno que Viniste!
- La base de la verdadera humildad