por Joseph Tkach
El evangelista Billy Graham a menudo a usado una frase para animar a la gente a aceptar la redención que tenemos en Jesús. Él dice: “¡Ven como estás!”
Este es un recordatorio de que Dios lo ve todo: Él ve lo mejor y lo peor de nosotros, y nos quiere de todos modos. El llamado a venir “tal como estás” es un reflejo de las palabras del apóstol Pablo en Romanos 5: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”(Romanos 5:6-8).
Hoy en día, muchas personas ni siquiera piensan en términos del pecado. Nuestras generaciones modernas y postmodernas tienden más bien a pensar en términos de un sentido de “vacío”, de una vida “sin sentido” y de “deseperación”. A menudo, estas personas ven su lucha interna enraizada en un bajo sentimiento de autovalía.
Usualmente, tratan de amarse a sí mismos como un medio de llegar a ser amados, pero casi siempre se sienten que están tan confundidas, tan quebrantadas que nunca estarán bien. Sin embargo, Dios no nos define por nuestras faltas y fracasos; el ve todo nuestro ser: lo bueno, lo malo y lo feo, y nos ama entrañablemente a pesar de todo.
Ahora bien, a pesar de que a Dios no se le dificulta amarnos, a menudo se nos dificulta aceptar su amor porque muy adentro de nosotros, sabemos que no valemos el amor de Dios.
En los años 1500´s, Martín Lutero luchó por vivir una vida moral perfecta, pero a menudo se veía a sí mismo fracasar en su intento, y en su frustración encontró al final la libertad en la gracia de Dios.
Hasta ese entonces, Lutero se había identificado a sí mismo con sus pecados – y sólo encontró desesperación—en lugar de identificarse a sí mismo con Jesús, el Hijo amado y perfecto de Dios, quien quitó los pecados del mundo, incluyendo los de Martín Lutero.
En estos tiempos modernos, a pesar de que mucha gente no es propensa a pensar en términos del pecado, no obstante, tienen sentimientos de desesperación y de duda que crean una profunda sensación de no ser amados. Sin embargo, lo que ellas necesitan saber es que a pesar de su vacío, a pesar de su inutilidad, Dios los valora y los ama.
Asimismo, Dios te ama a ti también. Aunque Dios odia al pecado, él no te odia. Dios ama a todas las personas, aún a los pecadores, y él odia al pecado precisamente porque éste daña y destruye a las personas.
“Ven como estás” significa que Dios no está esperando a que mejores antes de venir a él. Él ya te ama, a pesar de las cosas que hayas hecho. El ha asegurado un camino fuera de cualquier cosa que pudiera separarte de él. Ha asegurado tu escapatoria de cada prisión de la mente humana y del corazón.
¿Qué es lo que te detiene de experimentar el gozo al saber del amor de Dios por ti? Cualquier cosa que sea, ¿por qué no entregas esa carga a Jesús, quien es más que capaz de llevarla por ti? ◊Odisea Cristiana