La Bendición de los niños normalmente debe llevarse a cabo durante el culto semanal, pero también puede tomar lugar en otro espacio escogido por la familia.
Puede leerse una o más de las siguientes escrituras:
Mateo 19:13‑15
Marcos 10:13‑16
Lucas 18:15‑17
Efesios 1:3-6
Todos los miembros de la familia presentes, incluyendo padres, abuelos, y hermanos, deben ser invitados a pasar al frente y participar en la ceremonia.
El oficiante dice:
Los hijos son una bendición y una razón para regocijarnos. Por este motivo, seguimos el ejemplo de Jesús de bendecir a los niños pequeños en nuestras congregaciones.
Cuando un miembro se regocija, todos nos regocijamos. El día de hoy nos unimos a la dicha que representa esta celebración. Oramos juntos para reiterar el amor de Dios por este niño y damos gracias a Dios por su bendición y presencia a lo largo de su vida.
¿Pueden pasar al frente por favor los padres (o mamá, o papá) de (nombre del niño), así como sus hermanos y demás familiares, si así lo desean?
Una vez que todos han pasado al frente, el oficiante continúa:
Así como este niño depende de su(s) (use la relación apropiada, ya sea padres / padre / madre / tío / tía / abuelita, etc.) para vivir y para ser protegido y educado, también en Jesús, todos somos hijos del Padre, completamente dependientes de Él. Respetamos y amamos a (nombre del niño) y sabemos que nuestro Padre lo ama aún más profundamente de lo que cualquiera de nosotros podemos amarlo.
Aunque este niño es aún pequeño, (nombres de los padres o tutores legales) ya han orado muchas veces por él. Sin duda oraremos por él muchas veces más, cada uno de nosotros de manera única y en privado delante de nuestro Padre en el cielo. Oremos juntos ahora, reconociendo que dependemos de nuestro Creador, y entregando este niño al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
El niño puede ser ungido mojando un dedo en aceite y aplicándolo a su frente[1] mientras dice:
Tú has sido bendecido por el Espíritu Santo y eres amado como un verdadero hijo del Padre en Cristo, para siempre. Amén.
El oficiante puede luego poner las manos en la cabeza o los hombres del niño y bendecirlo en oración.
Oración modelo:
Padre celestial, te agradecemos por nuestra adopción como hijos tuyos por medio de tu Hijo Jesucristo. El día de hoy nos regocijamos con (nombres de los padres o tutores legales) y su familia en la vida de (nombre del niño). Guárdalo del peligro y de la maldad. Que tu Espíritu Santo lo colme de amor eterno y le guarde su lugar en la resurrección y ascensión de tu Hijo.
Oramos por sus padres/tutores legales, pidiendo que tú los bendigas a ellos y a sus familias con la seguridad de la fe para criar a (nombre del niño) en el alimento espiritual de Cristo, para conocer el evangelio y para confiar en tu amor y poder. Te pedimos todas estas cosas en el nombre de Jesús nuestro Salvador y nuestra vida, dándote gloria y agradeciéndote por siempre. Amén.
Si la bendición toma lugar durante el culto semanal, el oficiante concluye pidiéndole a la congregación que apoye al niño como parte de la familia de la iglesia.
El oficiante pregunta: “¿Reciben ustedes a (nombre completo del niño) como parte de la comunidad del Cuerpo de Cristo en (nombre de la congregación)?”
La congregación responde: “Sí, lo recibimos”.
El oficiante pregunta: “¿Amarán, defenderán y apoyarán a (nombre del niño) en su vida en Cristo?”
La congregación responde: “Sí, lo haremos, por la gracia de nuestro Señor Jesucristo”.
El oficiante concluye: “(Nombre complete del niño), alabamos a Dios y le damos gracias por ti en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”.
[1] Si así lo desea, el oficiante puede hacer la señal de la cruz en la frente del niño.