«Bienaventurados (Felices) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados». Mateo 5:3-4
La ley transformadora que Cristo nos ofrece se ve en los ocho versículos del Evangelio de Mateo que llamamos las bienaventuranzas. La vida de Dios y la transformación que trae es encontrada por aquellos que, en su pobreza y en su tristeza, conocen su necesidad de Dios.
- Tómate el tiempo hoy… para pensar ¿de qué manera puede la pobreza de espíritu y la tristeza ser las claves para buscar más de Dios?
- Transforma tu vida… trae a Dios tu necesidad de sentir su amor, su consuelo y su perdón. Tómate el tiempo para recibir todo esto de él.
- Haz el tiempo hoy… para ofrecer ayuda, consuelo y ánimo a otra persona.