Nuestra Liberación | Colosenses en un año – Semana 7

Guía de Estudio Bíblico

Colosenses en un Año – Semana 7

Nuestra liberación

El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Colosenses 1:13-14

[1]¿Qué es la potestad de las tinieblas? Colosenses 1:13-14 y Juan 14:30

[2]¿Cuál es el propósito de la predicación del evangelio? Efesios 2:1-2 y Hechos 26:16-18

[3]¿Por qué la Biblia habla del dominio de Satanás como un dominio de “tinieblas”? 2 Corintios 4:3-4 y Juan 1:5

[4]¿Qué hizo Dios para librarnos de la potestad de las tinieblas? Juan 12:31 y 16:11

[5]¿Dónde se encuentra el “reino de su amado hijo” al que hemos sido trasladados? ¿Es un lugar físico o espiritual? Lucas 17:20-21

[6]La liberación de la potestad de las tinieblas y el traslado al reino de su amado Hijo, ¿es algo que ya sucedió o queda todavía algo por hacer? Mateo 6:10

[a]¿Cómo debería ser nuestra forma de vivir ahora que hemos sido liberados de la potestad de las tinieblas y trasladados al reino de su amado Hijo? Colosenses 3:1-4 y Efesios 5:8

[b]¿Cuál es nuestra tarea como embajadores del reino? 2 Corintios 5:19-20

“Señor, gracias por sufrir y morir por mí en la cruz y librarme de la potestad de las tinieblas. MI enemigo está derrotado a causa de lo que hiciste. Gracias porque me has dado autoridad sobre él (Lucas 10:9). Por el poder del Espíritu Santo puedo resistir al diablo (Santiago 4:7). Muéstrame la actividad del enemigo en mi vida y enséñame a usar la autoridad que me has dado para verlo derrotado en cada esfera.

Si le he dado al enemigo algún lugar de mi armadura por el que pueda entrar, por favor, muéstramelo para que lo pueda corregir. Prepárame para la batalla, ayúdame a orar y a ayunar con regularidad a fin de ser capaz de destruir cualquier fortaleza que el enemigo intente erigir en mi vida. Gracias porque me has dado el poder de escapar de las trampas del enemigo (2 Timoteo 2:26). Dame la fortaleza para vencer con el bien el mal (Romanos 12:21). Gracias porque el enemigo nunca me derribará mientras permanezca fuerte en Ti.

Gracias por trasladarme al reino de tu amado Hijo. Me comprometo a confiar en ti con todo mi corazón. Permíteme negarme a mí mismo(a) para tomar mi cruz y seguirte cada día. (Lucas 9:23). Ayúdame a decirte sí enseguida cuando me das instrucciones para mi vida. Mi deseo es agradarte y no negarte nada. Te entrego mis relaciones, mis finanzas, mi trabajo, mi recreación, mis decisiones, mi tiempo, mi cuerpo, mi mente, mi alma, mis deseos y mis sueños. Los pongo en tus manos para que puedan ser usados para tu gloria. Reina en cada esfera de mi vida, Señor, y guíame hacia todo lo que tienes para mí”.”