‘Yo no diría en forma alguna que eres una psicóloga engreída. Desde que te conozco has estado dispuesta a aprender, y lo que es más importante, a aceptar y recibir lo que Dios te ha ido mostrando ser la verdad en su Hijo Jesucristo, por medio de su Palabra, a través del Espíritu Santo.
Como todos los seres humanos; antes de llegar a ser conscientes de que han sido conocidos por Dios, como dijo el apóstol Pablo en Gálatas 4:9, y de lo que él los ha hecho ser en su Hijo Jesucristo, sus hijos muy amados; tú también cargabas tu morral lleno de ideas, creencias, suposiciones y temores humanos aprendidos de tus padres y los que tú has ido tejiendo, influenciada por todos los que posteriormente han ido conformando tu forma de pensar a lo largo de los años.
Es esa realidad la que estás aceptando, Esperanza, y Dios te está ayudando a empezar a verte de una forma más real, sin tanta autosuficiencia, independencia, individualismo y actitud de saberlo todo. Eso es todo. Por eso, hay veces que te verás a ti misma como engreída. Pero no te preocupes todos los cristianos hemos pasado por ahí, y es muy saludable. De hecho, es bueno que nunca nos olvidemos de lo que éramos en realidad y no se nos suban los humos a la cabeza ’.
Mientras el doctor Andrés, le decía esto a Esperanza, alargando su mano tomó la Biblia que tenía sobre su mesa y buscó el pasaje que deseaba leerle a su paciente y discípula, y continuó diciéndole: ‘El apóstol Pablo, que con respecto a la carne podría tener algo de lo que enorgullecerse, inspirado por el Espíritu Santo escribió esto: “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:25-31). Nosotros, en realidad, los que tenemos carreras, somos una rara avis entre los creyentes, especial- mente aquí en España, pues la inmensa mayoría son personas sencillas. Pero incluso nosotros, una vez que vemos la insondable sabiduría de Dios, no tene- mos nada de que jactarnos delante de él, como escribe Pablo, ¿no crees?’.
[pullquote]“Cuando nos gusta una persona y empezamos a amarla lo que más deseamos es incluirla también en nuestro círculo de amor. Quizás eso también sea un reflejo de lo que Dios está haciendo con todos los seres humanos por medio de Jesucristo”.[/pullquote]
“Así es. Muchas cosas que yo daba por sentadas, basada en los postulados y principios de la psicología, ahora los empiezo a cuestionar cuando los sopeso a la luz de la verdad revelada en Jesucristo. Por ejemplo, ahora empiezo a vislumbrar que el individuo, por sí mismo, no es lo más importante, sino que recibe su importancia por lo que Dios lo ha hecho ser en Jesucristo, y en relación y comunión con Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y con la comunidad de creyentes”.
‘Me sorprendes muy agradablemente, Esperanza. Es increíble la comprensión teológica que muestras con esa afirmación. El Espíritu Santo te está ayudando a entender y a aceptar cosas que a otras personas les lleva mucho más tiempo verlas. Aceptar que el ser humano no es lo más importante, en sí mismo, es mucho más trascendente que lo fue para la astronomía aceptar que la tierra no era el centro del universo. De hecho, lo que Dios está haciendo en Cristo es incluirnos en la relación y comunión eterna y continua de amor que han gozado el Padre con el Hijo y con el Espíritu Santo. Tal es el amor que nos tiene que está incluyéndonos en su círculo de amor’.
Andrés dejó de hablar, esperando que Esperanza interviniera de nuevo. “Cuando nos gusta una persona y empezamos a amarla lo que más deseamos es incluirla también en nuestro círculo de amor. Quizás eso también sea un reflejo de lo que Dios está haciendo con todos los seres humanos por medio de Jesucristo”.
‘Así es’, continuó Andrés, ‘el doctor C. Baxter Kruger dice eso de una forma muy parecida a como lo has dicho tú. Cuando uno reflexiona en el plan maravilloso que Dios tiene para todos los seres humanos, no hay forma en la que podamos enorgullecernos de nuestra escasa sabiduría o conocimiento, y menos aún de nuestras supuestas bondades. Pero como afirmó el apóstol Pablo, nuestro Padre nos ha dado a conocer esas cosas sorprendentes por medio de su Espíritu: “Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios”’ (1 Corintios 2:9-19).
(Continuará)
➡ Este artículo fue publicado en
[wpfilebase tag=file path=’verdad/VV-2015-07-09.pdf’ tpl=filebrowser /]
Revista Verdad y Vida | Julio-Agosto 2015: