por Carmen Fleming
En diciembre del año 2002 cumplí 24 años de casada. Mi matrimonio ha sido una de las grandes bendiciones de Dios para mí. Al recordar los últimos 24 años, creo que la oración ha sido un medio poderoso para permitirme llegar hasta aquí. Como cualquier otra relación, el matrimonio tiene sus altos y sus bajos. Una pareja necesita que una tercera persona les ayude durante los momentos bajos. Dios es la fuente de gracia y ayuda en momentos así. Una forma de comenzar a orar por su relación matrimonial es comenzar a orar por su esposo. Aquí están algunas cualidades que la ayudarán a ser una intercesora efectiva y poderosa para su esposo.
- Venga humildemente ante Dios.Venimos dándonos cuenta de nuestra profunda necesidad de Dios. Tenemos necesidades que nadie más puede satisfacer. Necesitamos la purificación de Dios por la sangre de Cristo. Necesitamos el consejo, la guía y el consuelo del Espíritu Santo.
Necesitamos un corazón nuevo sin egoísmo que solamente Jesús puede crear en nosotros. Tenemos un hueco en nuestro corazón que sólo Dios puede llenar. Es un hueco con forma de Dios, así que venimos humildemente al único que puede verdaderamente satisfacer nuestras necesidades más profundas.
- Sea persistente en oración.Manténgase siempre orando por su esposo. Efesios 6:18 dice que debemos orar siempre por los santos. Esta escritura está en el contexto de una batalla espiritual. Nuestra lucha en oración es contra fuerzas espirituales de maldad en los lugares celestiales. Hay una batalla invisible para nuestros ojos. Es el poder de la oscuridad que viene para robar y destruir. Necesitamos el poder sobrenatural de Dios para vencer. Ore para que su esposo sea protegido de la tentación. Ore por la relación de su esposo con Jesús. Ore para que sea cumplido el propósito de Dios en su vida. Ore para que él sea un buen padre y un buen líder espiritual en el hogar.
- Esté lista para ser la respuesta o una parte de la respuesta a sus oraciones.
¿Está usted lista a actuar? Santiago 2:15 nos aconseja que la fe debe estar acompañada por la acción. “Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con que vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse”, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?. Esté preparada para ser las manos, los pies y la voz de Cristo para su esposo. Dios usará nuestra oración intercesora para animarnos a las acciones cristianas. Él puede muy bien usarnos a nosotras como parte de la respuesta a nuestra oración.
¿Está usted lista para ser amorosa cuando su esposo no lo es? ¿Estudia usted la palabra de Dios para encontrar sabiduría? ¿Está usted lista para perdonar como ha sido perdonada?
Una mujer sabia edifica su casa por medio de la oración. Si Dios no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican.