El camino hacia tu Libertad Financiera

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En el momento en que tus activos que producen ingresos sean suficientes para cubrir tus gastos mensuales, en ese punto, has alcanzado tu Libertad Financiera.

En mi último artículo introduje la importancia de los presupuestos y balances (dos estados financieros principales o simplemente «servicios financieros») para mantener el equilibrio entre los intereses financieros de la competencia. Este tema es tan importante para la administración adecuada de la riqueza de Dios que quiero profundizar un poco más en esta ocasión.

Recordemos que los errores financieros se hacen pensando «me puedo permitir el pago; debe estar bien». Para aquellos que han comprado una casa, pueden haber oído hablar que la inmobiliaria dice: «Oh, usted puede comprar una casa mucho más grande». Así que la regla de oro cuando se trata de presupuestos es: sólo porque es posible, no significa que tú deberías hacerlo. Después de haber afirmado esto, también debo advertir que nunca olvides nuestro primer principio o mejores prácticas: mantener el equilibrio en todas las decisiones y nunca colocarse en una posición de mirar hacia atrás algún día con pesar.

¿Cómo podemos utilizar los presupuestos y balances como herramientas para las decisiones financieras sabias? En primer lugar, pensar en ellos como una especie de cuadro de mando financiero para medir tu progreso. La mayoría de los planificadores financieros recomiendan por lo menos anualmente, la revisión de tu presupuesto y la actualización de tu hoja de balance para ver si tu situación financiera se está moviendo hacia adelante o cayendo hacia atrás. En otras palabras, ¿es tu ingreso neto más o menos que el año pasado por estas fechas (ingresos – gastos = ingresos netos)? ¿Es tu patrimonio más o menos que el año pasado por estas fechas (activos / pasivos – deudas = valor neto)? Si ambos son positivos o han aumentado, estás en el camino correcto para la creación de riqueza y lograr tu libertad financiera. Si son negativos o han disminuido, esta es una señal de que algo no está bien y si no recibe atención, va a crear problemas en el futuro. Llámalo una prueba de la presión arterial financiera.

El manejo adecuado de estos dos estados financieros es también el medio hacia el siguiente concepto: la libertad financiera. Este término ha sido utilizado de diferentes maneras y puede significar diferentes cosas para diferentes personas, pero lo que quiero decir es ya no tener necesidad de depender de otros (padres, amigos, empleadores, gobierno, etc) para satisfacer tus necesidades financieras. En otras palabras, al mantener tus gastos al mínimo, pagar la deuda existente y aumentar tus activos financieros (artículos del balance que generan ingresos), en el momento en que tus activos que producen ingresos sean suficientes para cubrir tus gastos mensuales, en ese punto, has alcanzado tu libertad financiera. Puedes hacer lo que quieras, incluyendo ya no tener que trabajar si lo deseas, y tu estilo de vida se puede mantener.

Obviamente, administrar las finanzas de esta manera llegará más fácil para algunos. Mucho de esto tiene que ver con tu filosofía o visión del mundo financiero y la autodisciplina. Si eres ahorrador más que gastador, vas a construir riqueza y alcanzar tu libertad financiera antes que otros. Independientemente de cuánto tiempo esto puede llevar, y puede llevar toda una vida para algunos, la celebración de la libertad financiera como un objetivo (como lo he definido aquí), sirve como otra buena práctica para los administradores de la riqueza de Dios.

Independientemente de la filosofía con la que fuiste criado, no te desanimes: puede cambiar con el tiempo para satisfacer las cambiantes circunstancias.  †