LECTURA
MEDITACIÓN
En primer lugar se puede subrayar el verbo conocer que aparece cuatro veces en el versículo 27 (tres conocer y una re-conocer). En el original griego significa no sólo la
actividad intelectual de captar algo con la inteligencia, sino que se agrega el matiz vivencial
de “hacer experiencia de”, es decir conocer con la mente, el corazón y con toda la
sensibilidad que Dios nos ha dado. Conocer implica lograr un “encuentro profundo y total”
con “lo conocido”. Es el conocimiento que lleva a la unión de “el yo con un tú”.
En segundo lugar es útil remarcar cómo el auténtico discípulo pasa del conocer y
reconocer la voz del pastor a la obediencia. Las ovejas del Buen Pastor obedecen su voz.
En tercer lugar es importante captar porqué Jesús es el Buen Pastor: porque puede
dar vida eterna. Es decir no solo cuida a sus ovejas como un pastor humano que las defiende
de los males físicos o temporales; Jesús como Buen Pastor da la vida plena, la vida en
abundancia, la Vida con mayúsculas que es la vida eterna.
Por último, es interesante rescatar la constante referencia que Jesús hace al Padre.
Del Padre viene el poder que Jesús tiene sobre sus seguidores, al Padre le pertenecen. Pero
en definitiva en cuanto Dios el Padre y Jesús “son uno solo” (versículo 29). Aquí aprendemos sobre la unidad en la
Trinidad
.
- ¿Quiénes son los qué conocen realmente a Jesús?
- ¿Quiénes son conocidos por Jesús?
- ¿Con qué compara el Señor el conocimiento y el reconocimiento de Él con sus
- discípulos?
- Los auténticos seguidores, ¿obedecen al Maestro?
- ¿Qué les da Jesús, el Buen Pastor, a sus ovejas?
- ¿Qué papel “juega” el Padre Eterno en la relación de Jesús el Buen Pastor con sus ovejas?
- ¿Soy discípulo del Señor?
- ¿Realmente lo conozco?
- ¿Me dejo conocer por el Señor? ¿Qué le presento, qué le ofrezco al Señor de mi interioridad?
- ¿Qué me dice hoy a mí de manera particular al voz de Jesús el Buen Pastor?
- ¿Obedezco a esa santa voz? ¿Hago caso? ¿Cumplo lo que me pide?
- ¿Experimento que ya en esta vida Jesús me va dando la “vida eterna”? ¿En qué situaciones se puede dar esto?
- ¿Valoro que Jesús me cuide como a sus ovejas más preciadas?
- ¿Busco unirme a mi Padre Eterno?
- ¿Qué “papel” juega en mi vida espiritual mi Padre Eterno? ¿Me relaciono con Él? ¿De qué forma?
ORACIÓN
Señor tú conoces mi corazón…
Señor tú conoces mis miedos…
Señor tú conoces mis desafíos…
Señor tú conoces mi familia
Señor tú conoces mis alegrías…
Señor tú conoces mis faltas…
Señor tú conoces mis esperanzas…
Señor tú conoces mis frustraciones…
Señor tú conoces mis proyectos…
Señor tú conoces mis sufrimientos…
Señor tú conoces mis amigos…
Señor tú conoces mis ansiedades…
Señor tú conoces mis ilusiones…
Señor tú conoces mis desatinos…
Señor tú conoces mis pensamientos…
Señor tú conoces mis tropiezos…
Señor tú conoces mis búsquedas…
Señor tú conoces toda mi vida.
CONTEMPLACIÓN
Visualiza en tu mente a Jesús como Buen Pastor, cuidando a sus ovejas, cuidándote a tí.
Mateo 18,12-14
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¿Qué opinan? Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se da cuenta de que ha
perdido una, ¿acaso no deja las otras noventa y nueve en la montaña y se va a buscar
la oveja perdida?
Y si la encuentra, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las otras noventa y nueve que no se habían perdido.
De la misma manera, el Dios y Padre de ustedes no quiere que ninguno de estos pequeños se pierda y quede separado de él para siempre.
ACCIÓN
Redescubrirme en mi espiritualidad personal como “oveja” de Jesús el Buen Pastor al que debo conocer y obedecer.
Descubrir cuáles son las “voces” que escucho. Por ejemplo: la voz de los políticos, la de los medios de comunicación social, la voz del “consumismo”, la voz del miedo y el temor, etc. ¿A cuál le presto más atención? ¿Qué lugar ocupa la voz de Cristo, el Buen Pastor, en los distintos ambientes en dónde se desarrolla mi vida?