El poder, no importa cuán bien intencionado, tiende a causar sufrimiento. El amor, por ser vulnerable, lo absorbe. En un punto de convergencia en un monte llamado El Calvario, Dios renunció al uno por el bien del otro.
-Philip Yancey
El poder, no importa cuán bien intencionado, tiende a causar sufrimiento. El amor, por ser vulnerable, lo absorbe. En un punto de convergencia en un monte llamado El Calvario, Dios renunció al uno por el bien del otro.
-Philip Yancey