Esta es mi época favorita del año por una simple razón – ¡es la temporada de béisbol! Pero hay algunos equipos que no verás jugar en las Grandes Ligas, los equipos que cambiaron la historia del béisbol para siempre. Tal vez has visto la serie de TV «Un equipo muy especial” (A League of Their Own), o tal vez recuerdas la época en que la Liga de Béisbol Femenino de Estados Unidos (All-American Girls) saltó al campo e hizo historia.
Cuando Estados Unidos se unió a la Segunda Guerra Mundial, los hombres jóvenes y sanos se iban a luchar. Los gerentes de béisbol comenzaron preguntándose cómo llenar los estadios, mientras que sus atletas estaban en la guerra. Fue Felipe Wrigley, el magnate de la goma de mascar, quien tuvo la idea de crear una liga de béisbol profesional femenina – algo inaudito en el momento. Estas mujeres jugadoras de béisbol fueron un éxito – especialmente en las pequeñas ciudades del medio oeste de EEUU donde las comunidades locales se unieron en torno de ellas. Se convirtieron en un importante símbolo de patriotismo, perseverancia y superación de obstáculos durante la década más o menos que la liga estuvo activa.
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- En la Comunión de Gracia Internacional, las mujeres desempeñan un papel vital en todos los niveles de la organización.
- Estamos comprometidos con la equidad de género, de origen étnico, situación económica o nacionalidad.
- En el equipo de Dios nadie se queda en la banca.
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Estas jugadoras eran gente común como tú y yo. Apuesto a que nunca soñaron que tendrían esa oportunidad – algunas jugadoras eran tan jóvenes como de 15 años, y la mayoría de ellas hizo más dinero que el resto de sus familias juntas, sólo por jugar pelota. Las jugadoras llegaron de todas partes y de una amplia variedad de orígenes. Incluso tenían un tema musical que proclamaba la unidad en la diversidad. Un coro fue: Somos las miembros de la Liga Femenina Americana, venimos de ciudades cercanas y lejanas. Tenemos canadienses, irlandeses y suecas, somos todas para una, somos una para todas, ¡todas somos americanas!
Esta inspiradora historia me recuerda a lo que significa ser seguidor(a) de Jesús. Como dice Pablo en Gálatas 3:26-28 , «Así que en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. No hay Judío ni gentil, ni esclavo ni libre, ni hay hombre y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús».
Históricamente, las reglas del béisbol excluían a las mujeres; estas chicas pueden haber tenido lanzamientos rápidos y altos promedios de bateo, pueden haber sido mejores jugadoras que cualquier chico, pero no podían haber esperado jugar más de un partido improvisado aquí y allá. Es decir, hasta que una oportunidad sin precedentes llegó, y no dejaron pasar la oportunidad.
Muchos seguidores de Jesús pueden sentir lo mismo – que no soy el más rápido o el mejor, que otros son más adecuados para estar en el campo. Dios no me ha dado el don de ser pastor o líder de un grupo de jóvenes. Pero, Jesús nos invita a todos a entrar en el juego, y no hay bancas en su equipo. A pesar de que estaba más allá de lo que estas jugadoras de béisbol podrían haber imaginado para sí mismas, ellas tuvieron la oportunidad de salir de su vida cotidiana y ser el centro de atención. Cristo nos ha invitado a hacer lo mismo. Las viejas divisiones que nos retenían no tienen poder más – estamos unidos en Cristo. Todos jugamos para su equipo.
Las jugadoras no sabían cuánto tiempo su liga sobreviviría; cuando la guerra llegó a su fin, su futuro era incierto. Debido a esto, dieron todo lo que podían. Ninguna se esperó para la próxima temporada, o trató de evitar lesiones para poder tener una larga carrera. Estas mujeres sabían que el futuro era incierto, así que trajeron todo lo que tenían para cada juego. Es un buen recordatorio de que nosotros no conocemos el futuro, tampoco. Sólo que Dios nos llama a participar con él. Tú podrías pasar tu vida en entrenamiento para tu gran prueba, o puedes reconocer que ya has sido elegido, y que todo el mundo tiene una posición para jugar.
Incluso después de que la liga fue cerrada, las más de 600 mujeres que habían jugado no perdieron contacto – y ellas no dejan de participar. Ellas organizaron ligas menores para las niñas jóvenes que querían conseguir también una oportunidad en el campo. Se convirtieron en las historiadoras de su propio legado importante. Entrenaron a sus hijas y nietas en el juego que les encantó. Hay muchas maneras de participar en el reino de Dios, y una parte importante de nuestra vida en común es levantar nuevas generaciones con la misma pasión y entusiasmo por la llamada de Jesús.
[pullquote]Jesús nos invita a todos a entrar en el juego, y no hay bancas en su equipo.[/pullquote]
Aquí en la Comunión de Gracia Internacional, las mujeres desempeñan un papel vital en todos los niveles de la organización. Porque en Cristo viejas barreras se han roto, nosotros en la CGI estamos compro
metidos con la equidad de género, origen étnico, situación económica, y nacionalidad. Queremos que nuestra organización sea el mejor equipo del momento – y no queremos perder a ninguno de los jugadores talentosos de Dios por dejar a alguien con ganas de jugar sentado en el banquillo.
Nosotros en CGI amamos unirnos – y hay muchas maneras de jugar en el equipo de Dios. Para algunos, podría ser la plantación de una nueva iglesia en una comunidad que necesita sentir el amor de Dios. Para otros, podría ser comprometiéndose a orar por una familia misionera al otro lado del mundo. Participamos cuando servimos en nuestras comunidades locales, en nuestras iglesias, e internacionalmente. Comunión de Gracia Internacional es una comunidad de creyentes que juegan bajo la misma cabeza y lo dan todo en cada juego. ¡Jesús no nos está entrenando desde el banquillo; él está en la cancha con nosotros! Nos hemos puesto el uniforme de Cristo, y sabemos que lo que cada uno de nosotros hace es importante para el equipo de Dios. Cuando apoyas a la CGI, demuestras que no está contento(a) con sentarte en el banquillo. Así que, les agradezco por ser jugadores(as) valiosos(as) en el equipo de Dios. ¡Vamos a ganar el juego!
Joseph Tkach
Presidente
Comunión de Gracia Internacional
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Revista Odisea Cristiana – Junio 2015