Por James R. Henderson
«Hora africana” es una broma común entre negros y blancos en África. Se refiere a la falta de puntualidad. Una vez yo oficié una boda en Nairobi en la cual ¡la novia llegó tres horas tarde! Algunos de los invitados estaban irritados, pero la mayoría lo tomo como normal. Como explicación, mi amigo, Wainaina, me citó un dicho africano: “El hombre blanco tiene el reloj, pero el africano sabe la hora”.
El tiempo es un regalo precioso. La Biblia dice que tenemos que redimir el tiempo, queriendo decir que debemos usarlo con sabiduría (Efesios 5:16).
Un recién convertido en Malawi leyó una revista sobre la Navidad. Regalos, espumillas, exceso de comida y bebida, árboles decorados e iluminados. Él sintió que era su deber cristiano proveer tales cosas para su familia. Así que decidió gastar su salario y prestar un poco más para tener una feliz navidad.
Primero habló conmigo. La mayoría de días se esforzaba por poner comida en la mesa y ahora estaba a punto de gastar en la Navidad todo lo que tenía. Le dije que poner a su familia en dificultades financieras no representa el espíritu del niño en el pesebre. Que la navidad del hombre blanco no tiene que ser celebrada en un pueblito africano.
Claro, le expliqué, regocíjate porque nuestro Salvador nació, ten una comida especial si puedes. Adoren juntos. Pero si comprar regalos te quita todo tu dinero o te deja con deudas, no lo hagas. Los africanos dan a sus hijos uno de los mejores regalos: el tiempo. El tiempo que pasan compartiendo, jugando y riendo. Tiempo que enriquece las relaciones familiares. ◊