¿Olvida Dios tus oraciones? A veces cuando estoy decaído o irritable o ambos, creo que Dios no ha escuchado, ha olvidado o ha ignorado mis oraciones. ¿Oras hoy y no obtienes respuesta, así que oras lo mismo mañana, esperando pero sin estar seguro que esta vez Dios escuchará y responderá?
Los profetas del Antiguo Testamento oraban constantemente por la redención de Israel pero esta no sucedía. ¿Todas esas oraciones ahora están olvidadas? Lucas 2:36-38 narra la historia de Ana, una viuda de 84 años de edad, que había «orado noche y día» por la redención de Jerusalén pero aparentemente en vano. Ella fue testigo de la profecía de Simeón concerniente al destino del niño Jesús (34-35) y esto le dio esperanza, pero todavía sus oraciones no eran contestadas durante su vida.
Cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis, la iglesia estaba bajo persecución. Eran tiempos peligrosos y de desánimos. Las cosas parecían ir de mal en peor. Los cristianos oraban por la liberación y sin duda hubo historias individuales de la intervención de Dios, pero en general, la tribulación continuaba. ¿Sus oraciones fueron palabras al viento?
La iglesia necesitaba ser levantada, ser animada para continuar a pesar de las derrotas diarias. Así que Dios inspiró a Juan para revelar una importante verdad acerca de nuestras oraciones. Nuestras oraciones son preciosas para Dios. No desaparecen en el aire tan pronto como son exhaladas, sino que son preservadas y son un olor grato para Dios. Con la fragancia del incienso rodean el trono de Dios (Apocalipsis 8:3). El Cordero de Dios, que él mismo no fue liberado de su sufrimiento, tiene guardadas nuestras oraciones. Las oraciones del Antiguo y del Nuevo Testamento por la redención de Israel, nuestras oraciones por la redención de la humanidad, todas están activas y serán respondidas en Jesucristo.
Pienso en amigos cuyo dolor y sufrimiento continúa aunque el trono de Dios sea bombardeado con nuestras oraciones. A veces he sido testigo de milagros en las vidas de algunas personas, y con frecuencia veo una paz que desciende y es un alivio temporal, y sé que es la respuesta del Padre en su amor por ellos. Conozco de situaciones en las que cristianos están atrapados y no llega la liberación. Aún yo mismo tengo cosas profundamente personales sobre las que he orado y, aunque la oración me acerca a Dios y soy confortado en su presencia, hay poco cambio en las circunstancias. Todos queremos ser liberados de los resultados de esta sociedad pecaminosa pero este siglo malo sigue y sigue. A pesar de todo Dios escucha. Ese es el mensaje de Juan a los lectores de Apocalipsis.
Así es con nosotros. Así es contigo. Cuando oras, por favor entiende que Dios te escucha. Él está allí. Tus oraciones y las mías están con Jesucristo. Él las mira. No son olvidadas. Son recordadas. Son como incienso presentadas en hermosas vasijas de oro ante el trono del Todopoderoso.
Padre en los cielos, gracias por escuchar mis oraciones. Gracias porque no son olvidadas sino guardadas a través del Espíritu por tu Hijo Jesucristo. Gracias porque son presentadas a ti por él, para que por medio de él nuestros pensamientos y preocupaciones estén ante tu trono. Amén.
James Henderson