«Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy Santo.»
1 Pedro 1:16 (RV)
¿Significa esto que tenemos que vivir una vida perfecta para que Dios nos pueda mirar como santos?
Si eso fuera cierto, no podríamos hacerlo porque todos fallamos. Dios nos mira como santos porque fuimos lavados por la sangre de Jesucristo. Él pagó el precio por nuestros pecados y hemos recibido el don del Espíritu Santo (Hechos 2:38). Cuando comprendemos esto, Dios comienza a renovar nuestras mentes.
Filipenses 2:5 dice: «Haya en vosotros este mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús.» Entonces, necesitamos preguntarnos a nosotros mismos: son mis pensamientos, palabras y acciones agradable a Jesús y al Espíritu Santo? La oración diaria, la meditación y el estudio de la Biblia son muy importantes, nos muestran lo que es agradable a Dios. Son la forma en que nos acercamos a Dios.
Dios nos mira como santos, porque el precio de nuestro pecado ha sido pagado por la sangre de Jesús. Dios renueva nuestras mentes por el Espíritu Santo para que comencemos a pensar como él piensa y amar como Él ama.
Nosotros somos el barro y Él es el alfarero como se dice en Isaías 64:8, «Pero ahora, Señor, Tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro y tú eres el alfarero, nosotros somos el trabajo de tu mano. »
En Filipenses 1:6 leemos: «estando persuadido de esto mismo que el que comenzó la buena obra en ti, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.» Cuando Dios comienza su obra en nosotros, la va a completar. Podemos tener plena confianza en él. ¡Alabado sea el Señor!.
Oración
Padre Dios, tú eres el alfarero y nosotros somos el barro. Por favor moldea con tus manos estos vasos sagrados que somos.
Amén
Autor: Allan Frankcom, miembro del Consejo Pastoral de la Congregación de la Comunión Internacional de la Gracia en Bristol, Inglaterra. Él y su esposa, Julie han asistido a la Iglesia de Bristol por más de 30 años. Contacto: jf007d9991@blueyonder.co.uk .