Dios Uno y Trino creó a todas las personas para que participen a través de la humanidad vicaria de Jesucristo en la relación de amor que goza el Padre, Hijo y Espíritu Santo . El Hijo se hizo hombre, el hombre Cristo Jesús, para reconciliar a la humanidad con Dios por medio de su nacimiento, vida, muerte, resurrección y ascensión . Jesús crucificado , resucitado y glorificado es el representante y el sustituto de la humanidad a la diestra de Dios, y él atrae a todos hacia sí mismo por el poder del Espíritu Santo.
En Cristo, la humanidad es amada y aceptada por el Padre. Jesucristo pagó por todos nuestros pecados – pasados, presentes y futuros – y ya no hay ninguna deuda que pagar. El Padre ha perdonado en Cristo todos nuestros pecados, y desea ardientemente que nos dirijamos a él. Podemos disfrutar de su amor sólo cuando creemos que él nos ama. Podemos disfrutar de su perdón sólo cuando creemos que él nos ha perdonado.
Cuando respondemos al Espíritu por la conversión a Dios, creyendo la buena noticia y recogiendo nuestra cruz y siguiendo a Jesús, el Espíritu nos conduce a la vida transformada del reino de Dios.
Base Bíblica
Dios, que es el amor, amó a todo el mundo (Juan 3:16), enviando a su Hijo al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo (Juan 3:17). Jesucristo es «el sacrificio expiatorio …por los pecados de todo el mundo » (1 Juan 2:2). En Cristo, Dios reconcilió consigo todas las cosas a sí mismo, extendiendo a toda la humanidad su perdón y su amor (Colosenses 1:20). » Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores , Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8).
La paciencia de Dios hacia los pecadores es ilimitada (1 Timoteo 1:15-16). Él quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4). Jesús , que tiene autoridad sobre todas las cosas (Efesios 1:10), atrae a todos hacia sí (Juan 12:32), y quiere que todos vengan a la fe (2 Pedro 3:9). Dios hizo al ser humano a imagen suya, los seres humanos se convirtieron en pecadores, alejados de él, pero Dios los amó intensamente , incluso en sus pecados (Romanos 5:6-8), y nos ha perdonado y redimido por medio de su Hijo .
«Si me has visto, has visto al Padre», dijo Jesús (Juan 14:9). Cuando conocemos a Dios en la forma en que se revela, podemos decir con seguridad de gozo: «Por tanto, no hay condenación para los que están en Cristo Jesús …» (Romanos 8:1). «Porque Dios se complace en tener toda su plenitud albergada en él [Jesús], y a través de él reconciliar consigo todas las cosas , así las cosas en la tierra o las cosas en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz» (Colosenses 1:19-20).
Resumen
Dios, que ama al mundo, atrae a todas las personas a venir a Cristo y tomar parte en la alegría de vivir en la casa de Dios. No hay ninguna persona a la que Dios no quiere, que Dios no incluye, a quien Dios no ama. En Cristo, todos estamos liberados de las cadenas del pecado para venir al Padre cuyos brazos están abiertos para recibirnos, si queremos. Cristo ha atraído a todos los seres humanos a sí mismo, y en él pueden participar en su relación con el Padre como el Hijo amado del Padre.
En Cristo, podemos conocer y experimentar al Padre por quien realmente es: nuestro Creador, Libertador, Redentor, Padre y Amigo. Esta buena noticia (evangelio) es la mejor y única esperanza para la humanidad. Los seres humanos nunca pueden llegar a ser justos por sí mismos. Pero Dios puede, en Jesucristo, sanar nuestra mente y hacernos justos . En respuesta gozosa, compartimos el evangelio con otros como el Espíritu nos da la oportunidad, invitándolos a volver a Cristo en la fe, para que puedan conocerlo por lo que realmente es y conocerse a sí mismos por lo que realmente son en él.
Que es la teologia trinitaria encarnacional