Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!». Romanos 8:15
No es simplemente que Dios no nos condena. No se trata sólo de que Dios nos acepta. Es mucho más que eso… En el nivel más profundo de nuestro ser, el Espíritu de Dios nos dice que somos hijos de Dios… y nosotros, en una profunda conciencia de pertenencia, lo llamamos nuestro «papi».
- Tómate el tiempo hoy… para describir tu relación con Dios. ¿Lo consideras tu papá?
- Transforma tu vida… permite que Dios te de a conocer su amor, su corazón de papá.
- Haz un tiempo hoy… para hacer algo que como hija o hijo de Dios puedes hacer.