Segundo Lunes de adviento – 5 de diciembre 2011
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés, Moisés! —Aquí me tienes —respondió.
Éxodo 3.4
Moisés, ocupándose de sus asuntos y cuidando a sus ovejas, es interrumpido por un arbusto en llamas. Mira y luego escucha. Oye la voz de Dios que lo llamaba. El desafío de Dios viene personalmente y directamente.
Tómate el tiempo hoy… para reflexionar. ¿Cómo ha sido el llamado de Dios en tu vida? ¿Te sigue llamando?
Enciende una luz… agradece a Dios por llamar a Moisés, a los demás y a tí. Ora por fe para responder: «aquí estoy».
Haz tiempo hoy… para hacer algo que refleje el llamado de Dios a vivir su amor libremente, desenvuelve el regalo del llamado de Dios.