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Entonces ella fue y se sentó enfrente, como a un tiro de arco de distancia, porque dijo: «Que no vea yo morir al niño.» Y se sentó enfrente y alzó su voz y lloró… Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho. (Génesis 21:16, 19)
Una madre refugiada luchando desesperadamente para mantener con vida a su hijo,
abre sus ojos llenos de lágrimas y mira un pozo,
el regalo de vida de Dios.
Agar se encuentra con Dios en la desolación y desesperación.
Fue explotada y después abandonada,
pero Dios no la abandona en el desierto.
Lee Génesis 21:8-19
Detente
- Toma tiempo hoy… para recordar a las personas que son usadas y luego tiradas. ¿Cómo podrían estas personas, quizás a través de ti, encontrarse con Dios?
- Haz una pausa para orar… trae a Dios las lágrimas de tu llanto por tu propia vida y por el mundo. Ora por las madres que, sin ayuda, lloran por sus hijos.
Actúa
- Haz tiempo hoy… para encontrar personas u organizaciones que ayudan a los desamparados o a los que son traficados. Involúcrate a ayudar.
Encuentros ofrece una oportunidad para detenerte cada día para reflexionar y orar junto con un desafío a hacer algo que llevará algo del amor de Dios a una persona o situación. Este es un viaje a través de la Biblia explorando diferentes formas y lugares en los que podemos encontrar a Dios.
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