La Innovación, los Smartphones y la Trinidad

La innovación, los smartphones y la trinidad

¿Qué te viene a la mente cuando oyes la palabra “Trinidad ”? Si la idea de que Dios (el Padre, el Hijo Jesús y el Espíritu Santo) existe en una unidad eterna de tres partes te parece algo extraña o incluso obsoleta, puede que te resulte interesante saber que este concepto fue una de las ideas más innovadoras del antiguo mundo griego, y hasta ahora continúa ejerciendo sus efectos en nuestra sociedad.

De hecho, al igual que algunas de las aplicaciones y tecnologías de hoy en día, la Trinidad alteró algunas ideas muy arraigadas sobre la naturaleza del mundo en su época. En el sentido de alterar ideas comunes, se podría pensar en la Trinidad como el iPhone del mundo griego antiguo. En este artículo vamos a estudiar la historia sobre el origen de la doctrina de la Trinidad , una palabra que no está en la Biblia, pero que es un concepto sin el cual no podemos entender a Dios.

El iPhone ha cambiado para siempre la manera en que el mundo mira a los “teléfonos”. Como una analogía, la explicación de la Iglesia primitiva sobre la Trinidad cambió la comprensión del mundo griego antiguo acerca de algunos conceptos claves. Así que un poco de historia es necesario para sentar las bases para lo que estamos hablando.

Un teólogo cristiano llamado Stanley Grenz dice que «de los diversos aspectos de la comprensión cristiana de Dios, tal vez ninguno es más difícil de entender que el concepto de Dios como Trinidad. Al mismo tiempo, ninguna dimensión de la confesión cristiana está más cerca del misterio del Dios que hemos llegado a conocer“. Pero si este concepto es tan central en el cristianismo, se podría pensar que podemos sólo abrir la Biblia y aprender lo que necesitamos saber directamente de las Escrituras mismas, ¿verdad?

¿Está la doctrina de la Trinidad en la Biblia?

La razón por la que el concepto de la «trinidad» o «tri-unidad» de Dios es bastante resbaladizo es que en realidad no lo encontramos en la Biblia en forma explícita. Hay un pasaje que parece hacer referencia a la Trinidad de Dios: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. 1 Juan 5:7 (Reina Valera 1960). Pero la mayoría de los eruditos bíblicos están de acuerdo en que los manuscritos más antiguos no contienen este texto y que sólo apareció en posteriores versiones latinas. Esto se señala en los márgenes en muchas versiones de la Biblia, aunque como veremos más adelante, esta no es toda la historia.

Jesús nos presentó a la Trinidad

Jesús nos presenta al Padre: “Créanme cuando les digo que mi Padre y yo somos uno solo” (Juan 14:11). Después nos presenta al Espíritu Santo: “Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí” (Juan 15:26). En la Gran Comisión nos envía a bautizar en el nombre de la Trinidad: “Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:18-20).

La enseñanza de la Trinidad es la enseñanza fundamental de la fe cristiana. Todas las demás enseñanzas fluyen de esta enseñanza. Dios es Triuno: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas y un solo Dios. La doctrina de la Trinidad es estrictamente monoteísta: creemos en un solo Dios. No creemos en tres Dioses sino en un solo Dios que comprende tres personas.

Creemos en la Santa Trinidad por fe (El don de la Fe). La doctrina de la Trinidad está claramente fundamentada en la Biblia: cada uno de los tres tiene voluntad propia, habla y es llamado Dios en la Biblia. En la creación vemos destellos de cómo Dios puede ser tres y al mismo tiempo uno. Hebreos 1:3 “El cual (Cristo), siendo el resplandor de su gloria…”

Analogías de la Trinidad

velaEn la creación vemos claramente algunas analogías de la Trinidad. “Porque desde la creación del mundo Sus atributos invisibles, su eterno Poder y naturaleza divina, han sido vistos claramente, siendo entendidos a través de lo que ha sido hecho (Romanos 1:20).

El universo está conformado por materia, espacio y tiempo. El tiempo es pasado, presente y futuro. El espacio es alto, ancho y profundo. La materia es sólido, líquido y gas.

El fuego tiene tres componentes: flama, luz y calor. Haciendo una analogía con la trinidad tenemos que la Flama sería Dios Padre, la Luz sería Cristo y el Calor el Espíritu Santo.

¿Cuándo surgió el concepto de la Trinidad?

Vamos a dar un pequeño paseo por el carril de la historia para tener una vista rápida y panorámica de cómo surgió la doctrina de la Trinidad. Esto nos ayudará a abrirnos camino hacia la comprensión de por qué el concepto de la Trinidad fue tan innovador en su tiempo, y por qué sigue siendo importante ahora.

Es posible que te sorprendas al saber que el término «Trinidad» no se utilizó sino hasta el siglo III dC , allá por principios de los años 200s. Apareció por primera vez en un documento llamado «Adversus Praxean», escrito por el teólogo latino Tertuliano. Tertuliano fue llamado el «Padre de la Iglesia Latina», o básicamente el lado católico de la iglesia, ya que había dos ramas principales, la iglesia de oriente y la iglesia de occidente.

Las iglesias que formaban la iglesia occidental en general, escribían en latín, y las iglesias de Oriente, escribían en griego. También tenían diferentes maneras de ver las cuestiones teológicas básicas. El lado occidental podría ser considerado como un poco más de análisis, mientras que la iglesia oriental se inclinó hacia una forma de ver el mundo más mística y platónica (es decir, según la filosofía de Platón).

Estamos mirando hacia atrás para obtener una rápida comprensión de cómo y por qué surgió el pensamiento trinitario. Esto nos ayudará a avanzar hacia la comprensión de por qué el concepto de la Trinidad fue tan innovador en su tiempo. Los primeros cristianos fueron en su mayoría judíos, y por lo tanto probablemente el principal patrón de pensamiento que trajeron con ellos al cristianismo fue el «monoteísmo», o la creencia en un solo Dios en contraposición a la creencia en muchos Dioses que es llamada “politeísmo”. Una de las escrituras fundamentales para la comunidad judía era Deuteronomio 6:4, o lo que se llama el Shemá. Este versículo dice: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es“.

Los judíos fueron instruidos en los siguientes versículos del Deuteronomio a enseñar esto a sus hijos, a meditar sobre estas escrituras dondequiera que iban, y básicamente mantenerlo a la vista en todo momento. Por lo tanto, esta escritura particular, y la idea de que Dios es uno era central a las personas que se convirtieron en los primeros cristianos. Con esto en mente, ¿cómo veían a Jesús los primeros cristianos? En cierto modo, Jesús presentó un problema teológico, porque el darle estatus divino como Dios, algunos de los primeros cristianos judíos creían que era una amenaza a su monoteísmo. Básicamente, pensaban que la creencia en Jesús como Dios los hacía » bi-teístas «, y esto fue un gran problema.

Pero no sólo tuvieron que lidiar con el problema más espinoso de que Jesús está al mismo nivel con Dios, de hecho es el mismo Dios, sino que también estaba el tema del Espíritu Santo. Los primeros cristianos experimentaron al Espíritu Santo, sobre todo después del «Pentecostés», evento que leemos en Hechos capítulo 2, donde los discípulos comenzaron a hablar en diferentes «lenguas» como el Espíritu Santo les daba. Esto añade otra dimensión al problema del monoteísmo judío, porque agregar una tercera figura en igualdad con Dios traía lo que algunos pensaron ser un » tri-teísmo «, o la creencia en tres dioses distintos. Ahora, en este punto, casi parece como si los primeros cristianos estaban rompiendo radicalmente de su monoteísmo judío heredado y se convertían en politeístas, ya que parece ser que ahora tenían varios dioses, algo que era un problema importante para los judíos, porque era una de las principales distinciones con los grupos étnicos circundantes y sus dioses múltiples.

Los apologistas

Durante este primer período, hubo una serie de pensadores cristianos que trataban de explicar más a fondo la fe cristiana en relación con la cultura circundante. Un grupo de teólogos conocidos como los «apologistas», trataron de utilizar los recursos del pensamiento filosófico griego predominante del día. Ellos usaron la idea de «logos», que era la concepción griega del orden y la razón en el universo. Los apologistas establecieron lo que comúnmente se llama «cristología logos», o básicamente, las ideas teológicas detrás de la idea de Jesús como “la Palabra», ya que en griego “logos” se correlaciona débilmente con nuestro término en español «palabra».

Los apologistas enseñaron que Jesús era el principio ordenador del universo y que él era pre-existente (que existía antes de la creación) con Dios y que por medio de esta «palabra» Dios habló el universo a la existencia. Por supuesto que estaban siguiendo de cerca el Evangelio de Juan 1:1 – «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios». Así que había algunos que no estaban de acuerdo con este punto de vista teológico de Jesús pre-existente y con igualdad con Dios. Creían que, como se dijo antes, esto crea una situación de «bi-teísmo», o la creencia en dos dioses distintos. Así, algunos de estos primeros cristianos propusieron lo que ahora se llama «monarquismo».

El monarquismo

Básicamente, ellos pensaron que Jesús debe estar subordinado a Dios el Padre por lo menos en alguna manera, para permitir el estatus de Dios el Padre como el único y verdadero Dios. Y, con el paso del tiempo, hubo muchas formas de monarquiismo, como el «Modalismo», que propone que el Padre, el Hijo y el Espíritu son revelaciones sucesivas de Dios para diferentes períodos de tiempo. Cada una de estas ideas se presentó como la solución al problema básico. Todas estas ideas fueron rechazadas finalmente por la Iglesia, pero una idea que tuvo un impacto particularmente grande se llama «arrianismo».

El arrianismo

El arrianismo fue una forma de monarquismo (la idea de que Dios el Padre debe tener prioridad) que fue propuesta por un diácono de la iglesia de Alejandría, en el norte de África. Arrio estaba de acuerdo con un teólogo contemporáneo llamado Orígenes (que se considera un «padre» de la iglesia – por el impacto de sus escritos) en que Jesús fue «engendrado» o «generado» por el Padre, pero no estuvo de acuerdo en que esta generación era eterna como Orígenes proponía. Y así Arrio propuso la idea de que Jesús fue esencialmente «engendrado» por Dios, o que él fue verdaderamente una creación de Dios, de la misma manera que un verdadero hijo humano es engendrado por un padre. Ahora bien, este fue un gran error teológico a los ojos de la Iglesia primitiva (y con razón), ya que básicamente despoja a Jesús de su estado divino y eterno.

Atanasio

Otro teólogo de la época llamado Atanasio argumentó que si Jesús no era verdaderamente Dios, entonces la salvación que nos ofrece no es realmente mucho. Y no pasó mucho tiempo después de esta particular lucha teológica de que el Concilio Ecuménico de Nicea se llevó a cabo. El Concilio de Nicea sucedió en el año 325 dC, y básicamente establece la primera posición oficial de la Iglesia sobre de la naturaleza de Jesús y su relación con Dios. De aquí es de donde surge la fórmula, hablando del Hijo, que afirma que es «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre». Y fue unas décadas más tarde que el Segundo Concilio de Constantinopla declaró la plena divinidad del Espíritu Santo. Así que la Iglesia estaba empezando a formar la posición oficial sobre la Trinidad. Pero el debate no se detuvo allí. Aquí es donde se pone realmente interesante.

Los Capadocios

capadociosNo fue sino hasta un poco más tarde que la Iglesia tuvo un grupo de tres teólogos, llamados los «capadocios» a quienes agradecemos por la comprensión clásica de la Trinidad. No se trataba de la versión teológica de Los Tres Amigos, pero fueron muy innovadores para su tiempo. Ellos propusieron la fórmula clásica que afirma que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son de una esencia, pero tres realidades distintas. Los términos griegos utilizados en esta fórmula son «ousia (esencia) e hipóstasis (‘centro de conciencia» o «realidad independiente»). Los Capadocios tomaron el trabajo teológico de los teólogos anteriores y desecharon algunas de las principales ideas filosóficas griegas de la época.

De hecho, su trabajo fue responsable de cambiar la idea misma de lo que significa ser una » persona » en el mundo antiguo. Al expresar sus ideas en una declaración sofisticada sobre la Trinidad, básicamente establecieron lo que se convirtió en el estándar de facto en la teología trinitaria, así como el estándar de facto para lo que significa ser una persona hasta la era moderna. Un teólogo ortodoxo llamado John Zizioulas lo explica de esta manera: «El concepto de la persona con su contenido absoluto y ontológico nace históricamente de la tarea de la Iglesia para dar expresión ontológica a su fe en el Dios trino” (Ser como comunión, p. 36). Si eso no es totalmente claro, permítanme traducir. Básicamente lo que está diciendo es que nuestra idea misma de ser una «persona» se desarrolló por el trabajo de la Iglesia.

En el mundo griego antiguo (y hasta cierto punto en el mundo romano), se pensaba que en gran medida el ser humano era preso del destino. De hecho, fue en el teatro griego que podíamos ver a los actores que trabajan en contra de las fuerzas fuera de su control, los «dioses» y “el destino», para alcanzar la libertad y convertirse en una » persona «, aunque sólo fuera por un breve tiempo. Trágicamente, se dejaron caer en la futilidad de aceptar que no eran más que esclavos de estas fuerzas externas. Solo estaban usando una máscara teatral que con el tiempo sería quitada, y podían sólo temporalmente saborear la libertad de convertirse en una verdadera «persona».

 Los capadocios propusieron la fórmula clásica que afirma que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son de una esencia, pero tres realidades distintas.

teatro griegoSigue conmigo la historia, puede que comiences a sentir que tu cabeza te da vueltas, pero esto es emocionante si prestas atención. Lo que los Capadocios hicieron fue tomar estas ideas y darles vuelta. Antes se pensaba que si se lograbas tener algún tipo de personalidad, eso era simplemente algo que se añadía a la sustancia subyacente que eras verdaderamente tú. Lo mismo sucedía con Dios de acuerdo a la antigüedad. El problema era cómo entender a las personas de la Trinidad si la personalidad simplemente se añadía a la sustancia “verdadera» como una máscara sobre el «verdadero» rostro.

Sin embargo, los Capadocios tenían una mejor descripción de la situación. Ellos establecieron que la persona estaba en primer lugar, y que la sustancia del ser estaba en segundo lugar. Esto significaba que la persona del Padre en la Trinidad, por ejemplo, no era sólo una máscara añadida al ser «real» subyacente de Dios, sino que el ser verdadero de Dios es la persona del Padre. (Lo mismo es con el Espíritu y el Hijo). ¡Esta fue una idea radical! Esto significaba que la persona no era temporal y fugaz, algo que se pone y luego se quita, sino que es lo principal. Y si hubiera una «sustancia» subyacente del ser, esta era sostenida por las personas de la Trinidad, no al revés. ¿Tiene sentido? Puede que tengas que leerlo un par de veces hasta que lo entiendas bien, pero cuando lo hagas, espero que veas que se trataba de una idea revolucionaria.

Innovaciones de los Capadocios

Aquí está la verdadera innovación: en esencia esto significa que Dios no puede ser entendido como algo aparte de la Trinidad. Según Zizioulas y su lectura de las ideas innovadoras de los Capadocios, Dios no puede ser entendido en ningún sentido fuera de la idea de la Trinidad. Lo que esto significa es que la comunidad es esencial para la estructura subyacente del universo. Otra innovación: También significa que no podemos ser verdaderamente «personas» a menos que estemos en comunidad. Ser persona es estar relacionado y en relación. Existir fuera de una comunidad esencialmente cubre nuestra personalidad y nos degrada a nada más que otro individuo en la masa, pero no necesariamente una persona con una verdadera personalidad.

Tener una rápida comprensión de cómo y por qué surgió el pensamiento trinitario nos ayudará a avanzar hacia la comprensión de por qué el concepto de la Trinidad fue tan innovador en su tiempo.

La diferencia entre la persona humana y las personas de la Trinidad no puede ser explicada en este artículo, pero la diferencia se reduce al hecho de que los seres humanos somos creados, y Dios no lo es, y eso cambia las cosas bastante. Tal vez en este momento te sientas un poco mareado, o tal vez te sientas un poco más o menos como una persona real, en función de tu participación en una comunidad. Espero hayas captado el sentido de la calidad innovadora de la explicación de los Capadocios sobre la Trinidad. ¿Quién dijo que los antiguos no eran innovadores? Algunos creen que solo ahora existe la innovación, pero aquí vemos que un trío de teólogos del siglo IV tenían ideas innovadoras que aún impactan nuestro mundo de hoy.

Los Capadocios innovaron para todo el mundo el concepto de qué es ser una persona, y para la iglesia el concepto de Dios como Trinidad. ¡Y todavía nos falta comprender más el concepto de que sólo podemos tener el estatus de personas si vivimos en comunidad!  ◊

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