CONEXIONES DE VIDA | Semana 2: Relaciones – Día 12 | ||
«Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón» (1 Samuel 16:7).
El hijo de Ana, Samuel, escucha a Dios como un niño y crece hasta convertirse en profeta.
Dios le pide a ungir a un nuevo rey.
Él elige a David (Bisnieto de Ruth).
David es joven. Desde luego, no se ve como material real; pero Dios mira el corazón.
Samuel escucha y ve. Es lo que hacen los profetas.
LECTURA
1 Samuel 16:1-13
Ahora bien, el Señor le dijo a Samuel: —Ya has hecho suficiente duelo por Saúl. Lo he rechazado como rey de Israel, así que llena tu frasco con aceite de oliva y ve a Belén. Busca a un hombre llamado Isaí que vive allí, porque he elegido a uno de sus hijos para que sea mi rey.Pero Samuel le preguntó: —¿Cómo puedo hacerlo? Si Saúl llega a enterarse, me matará.—Lleva contigo una novilla —le contestó el Señor— y di que has venido para ofrecer un sacrificio al Señor. Invita a Isaí al sacrificio, y te mostraré a cuál de sus hijos ungirás para mí.Así que Samuel hizo como el Señor le indicó. Cuando llegó a Belén, los ancianos del pueblo salieron a su encuentro temblando. —¿Qué pasa? —le preguntaron—. ¿Vienes en son de paz?—Sí —contestó Samuel—, vine para ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio.Luego Samuel realizó el rito de purificación para Isaí y sus hijos y también los invitó al sacrificio. Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «¡Seguramente este es el ungido del Señor!».Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.Entonces Isaí le dijo a su hijo Abinadab que caminara delante de Samuel. Pero Samuel dijo: —Este no es el que el Señor ha elegido.Después Isaí llamó a Simea, pero Samuel dijo: —Tampoco es este a quien el Señor ha elegido.De la misma manera, Isaí le presentó sus siete hijos a Samuel. Pero Samuel le dijo: —El Señor no ha elegido a ninguno de ellos.Después Samuel preguntó: —¿Son estos todos los hijos que tienes?—Queda todavía el más joven —contestó Isaí—. Pero está en el campo cuidando las ovejas y las cabras.—Manda llamarlo de inmediato —dijo Samuel—. No nos sentaremos a comer hasta que él llegue.Entonces Isaí mandó a buscarlo. El joven era trigueño y apuesto, y de hermosos ojos.Y el Señor dijo: —Este es, úngelo.Al estar David de pie entre sus hermanos, Samuel tomó el frasco de aceite de oliva que había traído y ungió a David con el aceite. Y el Espíritu del Señor vino con gran poder sobre David a partir de ese día. Luego Samuel regresó a Ramá.
CONEXIÓN
- ¿Por qué es tan fácil hacer juicios basados en la apariencia externa de una persona? ¿Cuáles son los efectos de hacerlo?
- ¿Qué te podría ayudar a ver a la persona real detrás de la apariencia?
ACCIÓN
- Tómate el tiempo para reflexionar sobre cómo Dios te conoce y te ama.
- Abre los ojos y oídos para ver a la gente más allá de tus juicios superficiales.
ORACIÓN
- Oremos por aquellos que fácilmente son ‘mal juzgados’ debido a su apariencia.
CONEXIONES DE VIDA
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