Son el resultado de mucha observación sobre lo que honra a una esposa, lo que la dignifica y al final hace que ella les ame mucho más y esté dispuesta a seguir en alegría siendo su esposa, haciendo todo ese trabajo que ellas siempre hacen por nosotros.
Ore todos los días por ella.
Llévele flores sin que haya un motivo o una ocasión especial.
Cuelgue usted mismo su ropa en el closet y ponga la sucia en el cesto de la ropa sucia.
Alábela sinceramente en público
Dígale que está bonita
Regálele un lindo utensilio para la cocina, algo que a ella le agrade.
Cuando usted cometa un error diga, “lo siento, fue mi culpa”.
Siempre llámela antes de llevar a alguien a la casa.
Si a ella le gustan los chocolates, no olvide de llevarle los que le encantan.
Use su argolla de compromiso.
Recuerde siempre su aniversario y la fecha de nacimiento.
Conozca los gustos de ella, su color favorito, su comida favorita, su pasatiempo favorito.
En público tómela frecuentemente de la mano.
De vez en cuando limpie perfectamente la nevera, por dentro y por fuera.
Saque la basura sin que ella se lo pida.
Tenga planes con ella para el día del amor y la amistad.
Limpie de vez en cuando el piso de la casa y hágalo con alegría.
Abrácela cuando esté llorando.
Comparta con ella sus planes y sus sueños.
Ayúdela a cuidar los niños cuando estén enfermos.
Sea cortés con ella, adelántese y abra la puerta para ella.
De vez en cuando tráigale una rosa.
Cuando use el baño siempre déjelo limpio para ella, enseñe a sus hijos varones a hacer lo mismo.
Dígale que si tuviera la oportunidad de casarse lo haría nuevamente con ella.
No salga de la casa sin despedirse con un beso de ella.
Salgan juntos a mirar vitrinas.
No se levante de la mesa sino hasta cuando ella también haya terminado. No la deje comiendo sola.
Hable bien de sus padres, de su familia y de todos aquellos que son queridos para ella.
De vez en cuando pregúntele qué cosas puede hacer para mejorar la relación.
Lean un libro juntos.
Lo más amoroso es no criticarla cuando ella ha hecho algo que podría ser motivo de crítica.
Enseñe a sus hijos a hablarle de manera respetuosa y dé usted mismo el ejemplo.
Cuando salga de viaje envíele una postal en la que le diga “te amo” no importa si la postal llega después de que usted haya vuelto a casa.
Manténgase bien presentado y sea limpio en su ropa y en su cuerpo, es el mayor presente que le puede dar a ella todos los días.
Evite comer cebollas, ajos o cualquier comida que a ella le moleste con su aliento a no ser que ella también coma.
Siempre diga, “Gracias”
En toda situación sea usted el líder, encárguese de la situación, maneje los problemas, siempre amorosamente.
Nunca haga chistes en los que ella salga mal librada
Tenga una fotografía romántica de los dos en su escritorio.
Tenga una fotografía de ella en su billetera.
Enséñele a sus hijos a escribirle notas diciéndole cuánto aprecian todo lo que ella hace por ellos.
Cuando ella esté enferma cambie todos sus planes para que ella sea la prioridad.
Ayúdela y motívela para que continúe su educación.
Regálele un pocillo especial para ella en el que diga: “te amo”
Tenga en cuenta la opinión de ella en sus decisiones financieras.
Salgan a caminar juntos.
Si hay algún curso para fortalecer su matrimonio y pueden asistir, no dude en hacerlo juntos.
Todas estas cosas y muchas otras mas podemos hacer para enriquecer nuestro matrimonio. Al final, nosotros mismos recibiremos grandes bendiciones. La Escritura dice: el que ama a su esposa a si mismo se ama. Cuando hacemos estas cosas por ella, las estamos haciendo también por y para nosotros mismos. Porque la felicidad de ella es nuestra propia felicidad.