Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a los que me arrancaban la barba; ante las burlas y los escupitajos no escondí mi rostro. Isaías 50.6
Es tal vez demasiado fácil ver a Jesús como una figura pasiva en su pasión y muerte. Mira de nuevo y ve su fuerza impresionante para elegir el camino de la fe, el amor y la valentía.
- Tómate el tiempo hoy… para reflexionar acerca de la naturaleza de la fuerza. ¿Dónde se encuentra la verdadera fuerza?
- Transforma tu vida… busca la ayuda de Dios en una situación en la que se necesita fuerza para amar, para esperar o para perseverar.
- Haz un tiempo hoy… para negarte a tomar represalias u odiar, ¡elige amar y ser fuerte!