«Serás hecho rico en todos los sentidos para que puedas ser generoso en cada ocasión, y a través de nosotros tu generosidad dará lugar a la acción de gracias a Dios». 2 Corintios 9:11
El cuarto jueves de noviembre es el día en que los norteamericanos de todo el mundo celebran la fiesta nacional de EE.UU. de «Acción de Gracias». El origen de la fiesta fue cuando los peregrinos dieron gracias a Dios cuando se salvaron de la inanición en el ‘Nuevo Mundo’. Los nativos americanos les trajeron pavos salvajes y «maíz», así como verdadera amistad enseñándoles en la primavera a plantar cultivos nativos que crecen en esas condiciones.
Probablemente verás en las tiendas maíz y calabazas. Aunque en los tiempos modernos las calabazas son más comúnmente relacionadas con ‘Halloween’, el pastel de calabaza es tradicional en la cena de Acción de Gracias.
¿Sabías que el ser cristiano es como ser una calabaza? Otra analogía dando vueltas por correo electrónico sugiere que Dios te levanta, te toma y lava toda tu suciedad. Él te abre, te toca muy adentro y te saca todas las cosas asquerosas, incluyendo las semillas de la duda, el odio, la codicia, etc. Luego te talla una nueva cara sonriente y pone su luz interior a brillar para que todo el mundo la vea.
¡Y eso es verdaderamente un motivo para la Acción de Gracias!
Durante esta temporada de la cosecha, Padre Celestial, podemos estar verdaderamente agradecidos por la comida abundante que nos proporcionas; te damos gracias y tratamos de compartir nuestra abundancia con los que tienen hambre.
Amén
La autora, Nancy Silcox, asiste a la congregación de la Iglesia de Dios Universal en Garston Watford, UK. Watford@wcg.org.uk.
