El Señor Jesucristo aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen. Hebreos 5:8
En medio de toda prueba y tribulación, el Señor Jesucristo se mantuvo obediente al Padre, cuando fue tentado por Satanás. En la pasión y el sufrimiento que lo llevó a la cruz, mostró total sumisión al Padre Celestial y venció en lo que Adán y Eva habían fracasado. Y esa Escritura dice que de igual manera todos los cristianos debemos mantenernos fieles a Dios, en obediencia en medio de toda prueba y tribulación, sin dudar de los designios de Dios para nuestra vida, pues estaremos afirmando nuestra salvación eterna. No debemos desmayar en medio del sufrimiento, ni pensar que se trata de alguna maldición. El Señor Dios quiere enseñarnos fidelidad y a vencer en medio de toda prueba.
Hector Barrero