Muchos se imaginan que somos nosotros los que tenemos que buscar a Dios, y se esfuerzan mucho por buscarlo y porque otros lo busquen. Pero es al revés: Él está buscándonos a nosotros.
Muchos no están buscando a Dios, ni mucho menos. Están alejándose y en rebelión contra Él. Y Él lo sabe y lo ha tenido en cuenta, nos ha seguido hasta nuestra propia oscuridad; cuando pensábamos que finalmente podíamos escapar de él, nos encontramos directamente en sus brazos.
Así que no tenemos que tratar de demostrar nuestra piedad para darnos la esperanza de la salvación. Nuestra esperanza está en Su determinación para salvarnos. ¡Y no va a ceder!
– Simon Tugwell