Dos clases de obra misionera
En la Gran Comisión, Jesús dijo a Sus discípulos que predicaran el evangelio y enseñaran a las personas que respondieran (Mateo 28:19-20). Este es un ministerio de la palabra.
Hay también un ministerio del trabajo — de hacer un servicio físico que ayuda a otros. Cuando damos a la gente comida, ropa u otra ayuda, podríamos estarlo haciendo a Jesús mismo (Mateo 25:35-40). Esto no es un “anzuelo” para conseguir que la gente escuche — los ayudamos porque necesitan ayuda, ya sea que respondan positivamente o no al evangelio.
“Ama a tu prójimo como a ti mismo,” dijo Jesús a un experto en la ley judía (Lucas 10:27). “Y ¿quién es mi prójimo?” le preguntó a Jesús (v. 29). Jesús básicamente dijo que todos lo son—debemos tener misericordia de la gente que necesita ayuda (vv. 30-37).
Algunas misiones se enfocan en la palabra; otras en el trabajo físico; nosotros tenemos algo de ambos. ■