Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio (las buenas noticias), la salvará. Marcos 8:35
El llamado de Dios es en última instancia, un llamado a vivir. Nuestras disciplinas de Cuaresma y nuestra abnegación no son para ayudarnos a escapar de la vida, sino que nos permiten descubrirla con más detalle. La paradoja de nuestro caminar con Cristo es que a medida que dejamos cosas, como negarnos a nosotros mismos, nos encontramos a nosotros mismos. A medida que perdemos nuestra vida, la encontramos.
- Tómate el tiempo hoy… para pensar ¿de qué manera has «encontrado» tu vida al «perderla?
- Transforma tu vida… toma un momento para detenerte, orar y dejar de lado algo que te impide caminar con Dios.
- Haz tiempo hoy… pasa este día sin teléfono celular, o automóvil, o tarjeta de crédito… siente la diferencia.