«Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Juan 8:32
¿Qué es la verdad? Otras palabras para verdad son: auténtico, genuino, honesto o real. Así que de nuevo me pregunto ¿cuál es la verdad? No es lo que los demás piensan de nosotras, o incluso lo que los demás quieren que seamos, sino ser lo que fuimos creadas para ser. Fuimos creadas por Cristo y para Cristo (Colosenses 1:16). Fuimos creadas para tener una relación con Jesús. Fuimos creadas para ser coherederas con Cristo (Romanos 8:16-17). Fuimos creadas para ser llenadas por Dios (Efesios 3:19). Fuimos creadas para mostrar el esplendor de Dios (Isaías 61:3).
¿Qué significa mostrar el esplendor de Dios? Significa que nosotras fuimos creadas para tener la verdadera belleza, la belleza interior. A veces es fácil luchar por la belleza exterior, porque eso es lo que quiere el mundo, pero Dios quiere que tengamos la verdadera belleza.
Es como si la luz y la belleza de Dios está en mi corazón y se bombea a cada célula de mi cuerpo, mi mente, mis músculos y mis órganos a través de mi sangre. Y con el Espíritu de Dios viviendo dentro de mí, voy a tener esa belleza que irradia de adentro hacia afuera. La gente va a ver la luz en mis ojos. Van a ser atraídos por la alegría en mi sonrisa. Y van a querer encontrar consuelo en mi amistad.
- Reflexión: ¿Has estado buscando la belleza de este mundo en lugar de descubrir tu verdadera belleza?
- Aplicación: Pide a Dios que te ayude a cambiar tus pensamientos y deseos sobre la belleza. Comienza a enfocarte más en tu ser interior, y después en tu apariencia externa.
- Oración: Padre Dios, gracias por haberme creado. Por favor, guía mi camino para encontrar mi verdadera belleza que reside en ti. Ayúdame a crecer en mi relación contigo, para ser llenada por tí y exhibir tu esplendor. En el nombre de Jesús oro, Amén.
Lea otro consejo de belleza:
¿Tu belleza proviene de tu aspecto exterior o de Cristo en ti?
Su atavío no sea el de adorno exterior, tales como peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos. En su lugar, debe ser la de su ser interior, el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. (1 Pedro 3:3-4) La Biblia nos dice que la verdadera [Lea más…]
Foto por Blisco_O