Las Sagradas Escrituras nos dejaron el ejemplo del Señor Jesucristo. Lucas 2:52 dice: “Y el Señor Jesús crecía en sabiduría y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres”. Esta escritura nos muestra que el Señor en su condición de hombre tuvo un desarrollo en varios aspectos de su vida.
En estatura es decir cuidaba su cuerpo y su salud. El Señor Jesús era una persona vigorosa y activa. Vivía con un propósito claro en los negocios del Padre. Como cristianos debemos tener cuidado de nuestro cuerpo, de hacer ejercicio, comer saludablemente, ser vigorosos en lo que hacemos, no ser ociosos pasando horas y horas pegados a un tv.
El cristiano tiene propósitos claros en su vida, tiene una visión clara. El Señor Jesús crecía en sabiduría. El cristiano debe crecer también en sabiduría de Dios y en conocimiento y preparación para afrontar la vida. Estamos en un mundo altamente competitivo y los cristianos debemos ser los mejores en la profesión que desempeñemos. Si usted es panadero sea el mejor panadero de su barrio, si es economista o administrador de empresas, debe ser un excelente profesional.
Y la Escritura dice que el Señor Jesús crecía en gracia para con Dios y los hombres. Es decir su relación con el Padre Celestial era estrecha, cercana, siempre buscando hacer la voluntad del Padre.
El Padre Celestial estaba complacido, lo llamaba mi hijo amado. Y esta relación también se mostraba con los seres humanos. Las personas veían en Cristo alguien muy especial en quien moraba el Espíritu de Dios.
El cristiano usa su tiempo para acercarse a Dios, para buscarlo, tiene un devocional diario, tiene tiempo de oración. El Señor Jesús dijo que si le buscamos en lo privado El nos recompensará en público: la gente se dará cuenta que pasamos tiempo con Dios.
Así podemos aprovechar el tiempo.