En ocasiones nosotros los cristianos nos volvemos demasiado trascendentales. Llevamos rostros sufridos, serios y acontecidos. En otras ocasiones reflejamos una falsa alegría, algo como postizo, o un gozo a todas luces dramatizado, no genuino, no espontáneo. Mostramos un gozo fingido que en nada impresiona a los demás, al contrario aleja y crea un sentimiento de rechazo de aquellos que no conocen a Cristo.
Si el futuro del mundo entero está en la verdad que creemos debemos vivir llenos de gozo verdadero. En esto todos tenemos mucho por aprender. … Seguir leyendoLa risa remedio infalible