1900 años de Apocalipsis

1900 años de
Apocalipsis
Paul Kroll


La marca de la bestia. Armagedón. Los Cuatro Jinetes. 666. Babilonia la grande. Las siete últimas plagas. El hoyo sin fondo. El lago de fuego.
Estas imágenes de terror y catástrofe del libro de Apocalipsis han influido enormemente en la psique popular. Incluso la prensa secular usa imágenes, como «el Armagedón» y «los cuatro jinetes del Apocalipsis» para describir calamidades en nuestro mundo.
Un libro incomprendido
A pesar de más de 1,900 años de fascinación con el libro de Apocalipsis (el año 96 d.C. a menudo es sugerido como la fecha en que se escribió este libro), la carta de Juan a las iglesias bajo su cuidado sigue siendo mal entendida y mal interpretada.
Una falsa idea popular consiste en que Apocalipsis no tiene nada de importancia para decirnos. Se considera que es simplemente una extraña pieza literaria escrita en el primer siglo escribiendo y sin importancia para hoy.
Otra idea incorrecta es que Apocalipsis es un libro de códigos que describe la secuencia de la historia escrita de antemano. Innumerables intérpretes han tratado de “descifrar» el libro como una guía para predecir el fin del mundo.
Esto no es nuevo. Cerca de la mitad del siglo dos, un cristiano recién bautizado llamado Montanus afirmó tener dones carismáticos. Él enseñó que la iglesia había entrado en la era final.
Montanus y sus seguidores predijeron que el fin del mundo estaba cerca. La Nueva Jerusalén estaba a punto de descender sobre el cercano pueblo de Pepuza, en lo que es ahora Turquía. Montanus y sus seguidores apoyaron tales ideas en gran parte del libro de Apocalipsis. La extensión de influencia de Montanus se esparció rápidamente y extensamente entre cristianos en todas partes del mundo romano.
Pero la profecía de Montanus falló. Al interpretar mal el Apocalipsis, él deslustró la reputación del libro al punto que algunos cristianos pensaron que no debería haber sido aceptado en el canon de las Escrituras.
Las afirmaciones de grupos cristianos desde Montanus hasta el presente, que Apocalipsis señala los acontecimientos, personalidades y el período de tiempo «del fin», han fallado todos. Esto debería ser una precaución para los cristianos contra la utilización del libro de Apocalipsis como una guía predictiva.
Para la Iglesia
Fallamos mucho al no leer con cuidado el primer capítulo de esta magnífica visión. Es claramente un mensaje de Jesucristo a su apóstol Juan para pasarlo a siete iglesias en Asia Menor, en lo que es hoy Turquía occidental: «En el día del Señor vino sobre mí el Espíritu, y oí detrás de mí una voz fuerte, como de trompeta, que decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea». (Apocalipsis 1:10-11)
Muchas personas olvidan que Apocalipsis es escrito por un pastor de iglesia a sus iglesias ­ a cristianos, a aquellos que creen en y aceptan a Jesucristo y a aquellos que sufren debido a su fe. Juan es su compañero en el sufrimiento (verso 9).
Apocalipsis tenía un significado de vida y muerte para sus primeros oyentes porque fue escrito expresamente a ellos. Estaba dirigido a hermanos y hermanas de Juan acerca de problemas extremos. Unos estaban siendo perseguidos, torturados y hasta degollados, como claramente indica Apocalipsis 20:4.
Tenía que recordar a estos creyentes que la victoria última en este mundo pertenece a aquellos que prometen fidelidad a Jesucristo, no al emperador en Roma.
Entonces, Apocalipsis es escrito a cristianos que viven en un mundo a menudo brutal. En ese sentido, su mensaje se aplica a todos nosotros. Esencialmente, Apocalipsis dice que debemos vencer el mundo, en lugar de permitir que él nos venza (Apocalipsis 3:21).
Al usar siete iglesias ­ el número siete a menudo representa perfección en la Biblia ­ Juan sugiere que los problemas espirituales y las emergencias que están enfrentando estas iglesias deben ser considerados representativos de los cristianos en todas partes del Imperio Romano.
Y por extensión, estos problemas pueden ser vistos como amenazas que deben encarar los cristianos en todos lugares y años.
Una Petición Urgente
El mensaje a las iglesias era simple, pero urgente. Estaba desafiándose a los cristianos en Asia para que anduvieran por la vida como testigos de la verdad, hasta el punto de muerte.
Los miembros de la iglesia, sin embargo, experimentaban sus propias crisis internas, como los capítulos 2 y 3 aclaran. Los problemas internos que sitian a las siete iglesias iguala el estado espiritual de un mundo atrapado por el mal.
La visión de Juan ilustra las consecuencias del mal obrar espiritual del mundo con juicios, como las siete últimas plagas. Pero los cristianos están en peligro de afrontar estos juicios también (Apocalipsis 18:4-5).
Apocalipsis dice a la iglesia exactamente cómo escapar del juicio de Dios sobre el mundo. La iglesia debe estar en el mundo y tratar con él, pero no debe ser del mundo.
El mensaje de Apocalipsis es que la iglesia debe limpiar su propia casa espiritual, hacer algo sobre su estado espiritual débil y adoptar una actitud contra la persecución estatal.
La iglesia debe encarar el mal en el mundo ilustrado por la bestia y Babilonia. Cuando la iglesia con éxito resiste al malvado encanto del mundo (y el diablo detrás de ello), esto atestigua la verdad de que Dios existe y que él gobierna sobre todos.
Una de las primeras confesiones cristianas de fe era: «Jesús es el Señor» (Romanos 10:9). Apocalipsis fue escrito para sostener esa convicción. Señaló en lengua visionaria y simbólica «la mano invisible» de Dios. Es Dios, el libro insiste, quién decide el destino de las naciones y la historia.
En efecto, en el libro, la bestia y Babilonia sólo tienen significado como opositores de lo que Jesucristo hace. La historia gira alrededor de él, no de la mujer que monta a la bestia de color escarlata.
Jesucristo Gobierna
Así que cuando Juan fue inspirado a representar el futuro juicio de la bestia y los atormentadores de la iglesia, era su modo de decir: Dios está a cargo. Jesucristo es el Señor y él traerá, por último, su presencia para tratar con el mundo.
La representación simbólica del Apocalipsis sobre el juicio sobre el mundo es una palabra al sabio así como un estímulo enorme. Las luchas diarias y los reveses de los cristianos, sus batallas con fe y tentaciones hasta desesperarse ­ todo esto debe ser entendido en términos del conflicto cósmico luchado en el reino divino.
Este mundo de políticas y poderes es sólo una etapa para la obra de redención de Dios.
Un llamado a todos los cristianos
Apocalipsis responde la pregunta: ¿Quién es el Señor? Las iglesias a las que Juan escribió sufrieron bajo malos gobernantes (Apocalipsis 2:12-13) y por sus propios defectos humanos (Apocalipsis 3:17). El malo pareció prosperar. ¿Por qué? ¿Dónde estaba Dios y por qué no había rescatado él a su gente? ¿Por qué ser cristiano en un mundo así?
Éstas son las incertidumbres de las que trata Apocalipsis. Estas son cuestiones sobre las cuales nos preguntamos también nosotros.
Apocalipsis contesta estas preguntas para nosotros en el año 2009 como lo hizo para la iglesia del año 96. El libro insiste en que, a pesar de las apariencias al contrario, Dios gobierna. Él exterminará al final el mal que parece dominar en nuestro mundo. La iglesia debe quedarse enfocada en Dios Todopoderoso, que es el jefe del universo, y el Cordero, que los ha salvado.
La iglesia puede parecer impotente en la tierra – y lo es, de hecho. Pero el Jesús sacrificado fue glorificado, y está a la mano derecha del Padre, controlando el destino del mundo.
Este Cristo no es sólo Señor del mundo sino también Señor y Salvador de la iglesia.
La fe en la soberanía de Dios sobre todas las cosas ­incluso sobre el mal­ es el tema decisivo y el énfasis de Apocalipsis. Después de más de 1,900 años, todavía está adelantado a su tiempo.  Odisea Cristiana

Lectura recomendada:

Siete cartas a siete iglesias

Las «bestias» de Apocalipsis 13

El fin

 

 

 

Autor: Comunión de Gracia

COMUNIÓN DE GRACIA INTERNACIONAL [GRACE COMMUNION INTERNATIONAL], es una denominación evangélica activa en casi 100 países y territorios con una afiliación internacional de alrededor de 42 mil miembros y 900 congregaciones. Nuestra misión es “vivir y compartir el evangelio”. Creemos en la unidad espiritual de todos los creyentes en nuestro Señor Jesucristo. Le invitamos a reunirse con nosotros en nuestros servicios de adoración donde escuchará el evangelio de Jesucristo y conocerá a otros cristianos que están experimentando su relación con Jesucristo, así como usted.

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