Vístanse de compasión y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
Colosenses 3:12
Es interesante que la mayoría de nosotros sabemos cómo vestirnos para cada ocasión, aún cuando alguien nos invita a su casa y dice: “venga así como está”, apuesto a que la mayoría de nosotros nos cambiaríamos antes de salir, ¿verdad?
Pero, ¿le damos la misma importancia a nuestra “ropa espiritual”?
En Colosenses 3:12 Pablo enumera algunas de las vestiduras espirituales que deberíamos vestir todo el tiempo. Hagamos un breve repaso de ellas.
Compasión—el espíritu que mueve nuestros corazones a actuar cuando alguien está sufriendo o pasando necesidad.
Bondad—la fuerza detrás de un pequeño gesto de ánimo o una gran inversión de tiempo y esfuerzo para ayudar a otro.
Humildad—la cualidad que nos habilita para disfrutar nuestros éxitos mientras le damos el crédito a Dios y a otras personas.
Amabilidad—una vestimenta que combina con todo y nunca es innecesaria.
Paciencia—el espíritu que soporta día a día las irritaciones y frustraciones con serenidad, y soporta las fallas de otros con serenidad.
Una persona que viste estas ropas resaltará en una multitud tal como Jesús lo hizo. Estoy seguro que todos recordamos historias de cómo Jesús demostró estas cualidades en su vida diaria. Por ejemplo, Jesús mostró compasión tanto por individuos como por multitudes (Lucas 7:13; Mateo 15:32).
Fue por esas cualidades que la gente lo seguía, y cuando nosotros estamos vestidos con estas mismas ropas, atraemos a las personas hacia él también. Después de todo, en cuanto a vestidura espiritual, Jesús fue el mejor vestido de todos los tiempos.
Señor, ayúdame a reflejarte dondequiera que valla. Lléname con tu Espíritu y vísteme con la ropa apropiada para cada ocasión en tu servicio. Amen. ◊
El autor, Cliff Neill, es pastor en la congregación de la Iglesia de Dios Mundial en Luton, Inglaterra.