Porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. Isaías 35:6
El amor de Dios es a veces, como vimos ayer, como un manantial profundo del cual sacamos agua que da vida.
En otras ocasiones el amor de Dios nos llega sin previo aviso y no solicitado, con la alegría del agua que vierte de forma espontánea en el desierto.
El canto de Isaías en el desierto celebra la abundancia y la alegría pura de la liberación de Dios. (ver más abajo el canto completo)
- Tómate el tiempo hoy… para traer a tu mente los desiertos del mundo y los desiertos en su vida. Ponlos ante Dios.
- Enciende una luz… pide a Dios el regalo de su vida desbordante, «el desierto florecerá y cantará con alegría».
- Haz tiempo hoy… para cantar una canción generosa de vida en los desiertos en que te encuentres. Entrega agua fresca a personas sedientas o enfermas.
y sería bueno saber donde estás cantando tu canto en el desierto hoy… deja tus comentarios o sube tus fotos.
El canto del desierto
Hasta el lugar desolado y el desierto estarán contentos en esos días;
la tierra baldía se alegrará y florecerá el azafrán de primavera.
Así es, habrá abundancia de flores,
de cantos y de alegría.
Los desiertos se pondrán tan verdes como los montes del Líbano,
tan bellos como el monte Carmelo o la llanura de Sarón.
Allí el Señor manifestará su gloria,
el esplendor de nuestro Dios.
Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos,
y animen a los que tienen débiles las rodillas.
Digan a los de corazón temeroso:
«Sean fuertes y no teman,
porque su Dios viene para destruir a sus enemigos;
viene para salvarlos».
Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos
y destapará los oídos de los sordos.
El cojo saltará como un ciervo,
y los que no pueden hablar ¡cantarán de alegría!
Brotarán manantiales en el desierto
y corrientes regarán la tierra baldía.
El suelo reseco se convertirá en laguna
y los manantiales de agua saciarán la tierra sedienta.
Crecerán las hierbas de pantano, las cañas y los juncos
donde antes vivían los chacales del desierto.
Un gran camino atravesará esa tierra, antes vacía;
se le dará el nombre de Carretera de la Santidad.
Los de mente malvada nunca viajarán por ella.
Será solamente para quienes anden por los caminos de Dios;
los necios nunca andarán por ella.
Los leones no acecharán por esa ruta,
ni ninguna otra bestia feroz.
No habrá ningún otro peligro;
solo los redimidos andarán por ella.
Regresarán los que han sido rescatados por el Señor;
entrarán cantando a Jerusalén,
coronados de gozo eterno,
estarán llenos de regocijo y de alegría;
desaparecerán el luto y la tristeza.
Isaías 35