«No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura; porque el Señor no mira lo que los mortales ven; ustedes ven la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón» I Samuel 16:7
El hijo de Ana, Samuel, crece hasta convertirse en un profeta. Dios le pide ungir a un nuevo rey. Él escoge a David (bisnieto de Rut). David es joven y no se ve como la realeza, pero Dios mira el corazón.
Reflexión
- ¿Por qué es tan fácil hacer juicios basados en la apariencia externa de una persona? ¿Cuáles son los efectos de hacerlo?
- ¿Qué podría ayudarte a ver a la persona real detrás de la apariencia?
Oración y más
- Tómate el tiempo para reflexionar sobre cómo Dios te conoce y su amor por ti.
- Ora por aquellos que tú podrías fácilmente ‘ignorar» debido a su apariencia. Ora por el obsequio de ojos y oídos abiertos.
TÚ, YO, EL MUNDO Y DIOS: