El que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna. Juan 4:14
«Tengo sed» – palabras de Jesús en la cruz que se dirigen hacia el centro de su experiencia de la profundidad del sufrimiento humano. Él conoce nuestra sed. Su regalo a la mujer en el pozo, y su regalo para nosotros, es
en medio del calor del día, su refrigerio profundo, constante y vivo.
- Tómate el tiempo hoy… para ser consciente de la sed y el anhelo en tu vida.
- Transforma tu vida… quedate quieto y busca dentro de ti la primavera desbordante que es el don del refrigerio de Dios.
- Haz el tiempo hoy… para hacer algo para dar refrigerio a otro. Da amor y sonrisa. Da paz.