Una vez una madre hizo a su hijo una pulsera. Le bordó las iniciales QHJ. Esto, por supuesto significa: ‘¿Qué haría Jesús?’ Ella instruyó a su hijo a mirar la pulsera antes de tomar decisiones sobre cómo vivir su vida cristiana.
Una semana más tarde ella se sorprendió al ver que su hijo se había convertido en amigo de prostitutas, salía con los ‘pecadores’ – incluso compraba a los que ya estaban borrachos ¡otra ronda de cervezas!
Peor aún, cuando llegó a su iglesia el domingo, derribó la librería, volcó las mesas y tiró la caja registradora por la ventana, luego hizo un látigo y persiguió el pastor hasta sacarlo del edificio, declarando que estaba convirtiendo la casa de Dios en una cueva de ladrones.
Más impactante fue lo que ocurrió cuando su madre participó en una protesta frente a una clínica de aborto. Para su vergüenza, su hijo también estaba allí, pero estaba de pie con las mujeres que habían abortado y les gritaba a los manifestantes: «¡Aquel que esté sin pecado, que tire la primera piedra!»
La madre estaba muy angustiada, pero afortunadamente encontró una solución a este terrible problema. Hizo otra pulsera, esta vez le bordó las iniciales QHF, esto, le explicó a su hijo, significaba: ¿Qué haría un fariseo? Tomó la pulsera QHJ y la quemó.
Desde que su hijo lleva la nueva pulsera, y la mira para ayudarle a tomar sus decisiones, se ha convertido en un diezmador dedicado, un guerrero de oración pública, un activo condenador de ‘pecadores’, un apasionado defensor de la ley del antiguo Pacto y tiene una gran reputación como un hombre joven piadoso entre otras personas religiosas.
Por supuesto, la madre está muy feliz ahora. Ella sólo desea que Jesús lo observe y siga el ejemplo de su hijo.
Foto por Tonymadrid Photography