A NOMBRE del desenfreno y la libertad sexuales, se derribaron los diques de la decencia. Rebasando todos los bordes de la presa, impetuoso nos inunda el torrente demoledor de material erótico y de sexualismo, de fotografías grotescas, glorificando el incesto, la homosexualidad, el lesbianismo, el sadismo y aun la bestialidad. La censura se ha declarado impotente para contrarrestarlo. Ahora, ¡casi todo se vale!
La inmundicia se legaliza
El oleaje de sexualidad pervertida que azota a las naciones no da señales de retroceder. Las ventas de libros, revistas y películas pornográficas en los EE.UU., llegan a miles de millones de dólares al año. En la internet hay miles de sitios con material pornográfico explícito. Según parece, las prácticas sexuales deshonrosas se han convertido en el deporte favorito por todo el mundo occidental. ¿Qué opinan los partidarios de la «NUEVA moralidad»?, ellos dicen que «la pornografía está en la mente del espectador».
Pregúntele a un millón de personas qué opinan sobre la obscenidad y probablemente obtendrá un millón de opiniones diferentes. ¿Qué cosa es exactamente lo obsceno o pornográfico? ¿Cómo se determina lo que es y lo que no es obsceno? Hace muchos años, los abanderados de la antigua moralidad podrían haber alegado que las partes descubiertas de los brazos de la mujer, de las piernas o de los codos eran obscenas. Eso, por supuesto, ahora nos parece una completa tontería. Pero de acuerdo con los «nuevos moralistas», no hay NADA que sea sexualmente obsceno.
Pero consideremos por un momento los argumentos esgrimidos por los «nuevos moralistas», para justificar la legalización de todo lo que antiguamente se tachaba de «pornográfico». Analicemos algunos de los mitos «populares» acerca de la pornografía – ideas adoptadas por varios sicólogos, educadores y comentaristas. Aunque no toda persona pueda creer la mayoría de los siguientes mitos, muchas personas creen uno, o dos, o varios de ellos.
Mitos pornográficos
Los proponentes de la libertad total en asuntos sexuales, citan varios «hechos» que según ellos, dan validez a su postura. Sin embargo, estos «hechos» no resisten un escrutinio severo. Son realmente mitos.
Mito # 1: No existe evidencia de que la pornografía se esté propagando activamente.
Realidad: Parece increíble que alguien se aferre a esta idea, pero tiene sus partidarios. Después de todo, algunos sociólogos todavía insisten en que el crimen no va en aumento realmente. Pero lo cierto es que tales personas, o son ignorantes y viven en un mundo de fantasía, o encubren la verdad deliberadamente.
Ahora casi todas las películas incluyen «tramas sexuales», y lo más indicativo de la creciente tendencia hacia la obscenidad es «la calidad» de lo que están exhibiendo. En cuanto a qué grado de crudeza alcanzan la literatura y las fotografías, tiene más parecido a un termómetro. No es cuestión solamente de la cantidad de pornografía que se propaga. El grado de perversidad es tal vez una indicación más de la bajeza a que hemos llegado.
Mito #2: Al abolirse todas las leyes contra la obscenidad, la venta de materias pornográficas disminuye porque se pierde el interés.
Por lo tanto, que la solución de la pornografía es su legalización. Este es el tipo de argumentos a que recurre la gente cuando rehúsa obedecer las leyes. Aparentemente, la idea es que si la gente sigue pisoteando su prado a pesar de que usted ha puesto un letrero que dice «No pasar», hay que quitar el letrero. Puede que a usted no le quede césped, ¡pero al menos la gente no estará infringiendo la ley!
Realidad: En los países donde la pornografía está «legalizada», hay mucha competencia en el ramo y existe un sobreabastecimiento – no falta de demanda. Los pornógrafos están haciendo negocios fabulosos. Esto evidencia que el apetito de las masas por la pornografía es insaciable. ¡La legalización de la impudicia, NO es, pues, la solución del problema!
Mito #3: Que la pornografía es una «válvula de escape» para los ímpetus antisociales y sirve más bien para prevenir que para estimular a los hombres a cometer ofensas sexuales.
Realidad: Una investigación indicó que cerca del 80 por ciento de los siquiatras y sicólogos modernos nunca trataron un caso en el cual, a su juicio, la pornografía no fue un factor principal de comportamiento antisocial. Muchos oficiales de policía y directores de institutos correccionales aseguran conocer bien los efectos perniciosos de la pornografía – lo que atestiguan en el cumplimiento de su deber es muy elocuente. Podríamos citar innumerables casos de torturas, perversión sexual y aun asesinatos, ocurridos DESPUÉS de que los malhechores se enfrascaron en películas lujuriosas o leyeron literatura obscena.
No hay PRUEBA de que la pornografía sea una «válvula de escape», ¡pero existe mucha evidencia de que es justamente lo contrario! La pornografía no solamente está en relación directa con el comportamiento antisocial, sino que muchos de los que cometen actos antisociales, son ávidos lectores de pornografía, Obviamente el material de lectura que atrae a mentes dementes es insano. Tales personas necesitan sanear sus mentes – no llenarlas de fango pornográfico.
Mito #4: Que la pornografía no surte efectos adversos en los niños, sino que por el contrario les enseña a adoptar una actitud sana hacia el sexo.
Realidad: ¡Esto es un perfecto disparate! Los estudios de innumerables cortes municipales revelan una y otra vez, que el comportamiento antisocial, delictuoso y criminal resulta de niños que son expuestos a la pornografía e influenciados por ésta. Esta provocación sexual anormal crea la urgencia de expresión. La falacia de este mito pornográfico es claramente evidente por sí misma. Los niños que juegan con cerillos, están expuestos a quemarse; los niños que juegan con pornografía indudablemente imprimirán horrendas marcas de perversidad y corrupción en su carácter y las llevarán en la mente y en el cuerpo – ¡por el resto de su vida!
Mito # 5: Que la pornografía no afecta su actitud hacia la vida y el sexo. ¡Que más bien su actitud hacia éstos es lo que determina lo que usted ve!
Realidad: Es indudablemente cierto que las actitudes ayudan a determinar lo que una persona lee, pero eso es sólo parte del asunto. Lo que una persona lee y absorbe en su mente, también ayuda a determinar su actitud. Debería ser obvio a toda persona que razona cuerdamente, que sus hábitos de lectura ayudan mucho a determinar su carácter y actitud hacia la vida. Se ha dicho frecuentemente que «usted es lo que lee». Si usted sabe lo que lee una persona, muy bien puede determinar su carácter (o falta de él). Todo el sistema educativo del mundo occidental, con sus escuelas, sus profesores y sus miles de libros de texto, refuta el concepto necio de que los hábitos de lectura no afectan las actitudes. Los libros son vitalmente decisivos en el proceso educativo. Un solo libro puede influenciar profundamente el curso de la vida de una persona. Los buenos libros pueden elevar, inspirar y guiar al éxito y la felicidad. ¿Es lógico pensar, entonces, que los libros asquerosos, degradantes y obscenos NO inspiran en uno pensamientos degradantes, acciones inmorales y actitudes destructoras?
La cuestión es que mucha gente necesita sanear sus actitudes. Los padres necesitan guiar las de sus hijos, dándoles una vida hogareña adecuada, materiales de lectura propios y educación correcta. La gente que tiene actitudes limpias no es atraída por la pornografía. Lo que una persona joven e inmadura lee, ve, pondera y absorbe en su mente, ¡verdaderamente afecta el desarrollo de su carácter y su comportamiento!
Una razón doble
La razón principal por el gran éxito del comercio pornográfico es doblemente poderosa: ¡los pornógrafos quieren dinero y gran cantidad del público quiere pornografía! En tanto que la generalidad – hombres de negocios, esposas, ejecutivos jóvenes, trabajadores, celebridades del teatro, profesionales de la clase media, llene los teatros que presentan nudismo, sexualidad morbosa, canje de esposas, lesbianismo y homosexualidad; en tanto que pueda hacerse dinero, los pornógrafos continuarán proveyendo su mercancía.
Pero, ¿por qué tantos individuos parecen desear la pornografía y adornarla como si fuera honrosa y el símbolo de la libertad? ¿No han sido informados debidamente acerca de los perniciosos efectos de semejante material? ¿No son responsables muchas de las iglesias, los educadores y los dirigentes, de la confusión que existe? El gobierno tiene también una gran responsabilidad ante el pueblo. Al no tomar firme acción en contra de la pornografía, parece aprobarla.
¿Qué hará usted entonces para protegerse y proteger a su familia de la pornografía, especialmente frente a la endeble e ineficiente actitud asumida por la mayoría de los oficiales cívicos? En este caso, la respuesta. es simple, ¡aléjese de la pornografía y mantenga alejados también a sus hijos! Dése cuenta del peligro que representa la pornografía para usted y para su familia y disciplínese para evitarla. Sobre todo, explíqueles POR QUÉ la pornografía es dañina para ellos. ¡Resuélvase firmemente a no ver películas pornográficas ni visitar sitios pornográficos en la internet! Apártese de los centros de vicio, las cantinas con meseras semi-desnudas y lugares similares.
Creer que todos seguirán repentinamente este consejo sería ingenuo. De hecho, muchos de los que necesitan leer este artículo probablemente NO lo harán. Pero USTED, lector, tiene libre albedrío. Usted puede tener control sobre lo que se introduce en su mente a través de la pantalla del cine, televisor o computadora. Guarde el umbral de su mente. SIMPLEMENTE RESUÉLVASE A NO ver cosas pornográficas. Todo padre tiene una grave responsabilidad hacia sus hijos. ¿Está usted inculcando actitudes correctas en sus hijos – mucho antes de que lleguen a la mocedad? ¿Está usted, por medio del ejemplo y la palabra, asegurándose de que sus hijos no se convertirán en partidarios de la impudicia? Nunca está de más recordar un axioma, tan válido hoy como al escribirse casi veinte siglos atrás: «Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará». (Gálatas 6:7-8)