En Mateo 12:40, Jesús dice que estaría en el corazón de la tierra «tres días y tres noches». Con respecto a esto, algunos creen y enseñan:
1) que aquí Jesús no está hablando de manera retórica sino literal,
2) que Jesús, por consiguiente, tuvo que estar en el sepulcro exactamente 72 horas,
3) que como fue puesto en el sepulcro por la tarde, resucitó por la tarde y
4) que esto requiere una crucifixión en día miércoles.
Además, enseñan que esta era la única señal que Jesús dio de que era el Cristo, y que Jesús tenía que estar en el sepulcro exactamente 72 horas, si no, Él no era nuestro Salvador.
Pero nuestra salvación no depende de la duración exacta del tiempo que Jesús estuvo en el sepulcro. Los apóstoles no enseñaron eso. Ellos con más frecuencia usaron la frase «al tercer día», la cual no indica exactitud de horas. Además, la frase «al tercer día» normalmente sugiere menos de 72 horas, pero los apóstoles aparentemente no se preocuparon acerca de la duración exacta de tiempo que Jesús estuvo en el sepulcro. No enseñamos que la interpretación de 72 horas es la única interpretación posible, ni siquiera la «mejor» interpretación.
Dentro de la cristiandad, hay tres puntos de vista con respecto al día de la crucifixión: miércoles, jueves y viernes. Aunque el punto de vista del viernes es el más común, algunos cristianos creen que Jesús fue crucificado en día miércoles, y unos cuantos en día jueves. Dentro de Comunión de Gracia Internacional, diferentes miembros tienen diferentes puntos de vista. No creemos que sea necesario que la iglesia adopte una posición oficial en cuanto a cuál interpretación de Mateo 12:40 es la correcta. El asunto esencial es que, de hecho, Jesús fue crucificado, y que resucitó al tercer día (1 Corintios 15:3-4).
Para quienes están familiarizados con el argumento de que Jesús fue crucificado un miércoles, podría resultar beneficioso presentar alguna evidencia que lleva a la mayoría a creer otra cosa. Veamos la evidencia de Lucas, quien escribió su Evangelio a Teófilo, quien aparentemente no tenía el libro de Mateo.
Jesús predijo que iba a ser crucificado y que resucitaría «al tercer día» (Lucas 9:22; 18:33; 24:7, 46). El domingo por la tarde, los apóstoles describieron la crucifixión (24:20) y dijeron: «hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido» (24:21). Entendían que el domingo por la tarde era el tercer día desde la crucifixión. Pero si la crucifixión hubiera sido un miércoles, el domingo por la tarde hubiera sido el cuarto o quinto día, dependiendo de cómo se cuenta. ¿Estaban equivocados los discípulos? Lucas informa que su comentario es verdadero, y Teófilo ciertamente hubiera tenido la impresión de que Jesús fue crucificado un día antes del sábado (Lucas 23:54).
El versículo 56 se refiere al sábado semanal, y así es como Teófilo hubiera entendido el versículo 54, también, ya que no hay ninguna pista en Lucas de que hubiera podido haber más de un «sábado» esa semana. La evidencia del libro de Lucas parece indicar consecuentemente una crucifixión en viernes, y el domingo es el tercer día desde el viernes. Esa es la manera en que Teófilo hubiera contado con la evidencia disponible para él. La costumbre judía es de contar inclusivamente, esto es, contando el principio como primero. Al contar Pentecostés, por ejemplo, el día 50 es 49 días después de la gavilla mecida (según como contamos). O cuando Juan dijo: «ocho días después» (Juan 20:26), quería decir una semana más tarde.
En esta manera tradicional de contar los días, el domingo se consideraría el tercer día desde el viernes. Lucas nos dice que Jesús resucitó el tercer día después de la crucifixión. Se puede observar otro ejemplo de contar inclusivamente en el libro de Ester. Ella prometió no comer o beber nada en «tres días» y después ir al rey (Ester 4:16), pero ella fue al rey «al tercer día» (5:1).
Aparentemente cualquier porción del día era suficiente para contar por el día y la noche. Una frase bíblica que nos parece ser exacta no necesariamente corresponde con las ideas modernas acerca de medir el tiempo con exactitud.
Debido a que los judíos tradicionalmente contaban inclusivamente, no es apropiado insistir que «al tercer día» significa «72 horas después». Mateo usa la frase «después de tres días» y la iguala con «hasta el tercer día» (Mateo 27:63-64). Marcos dice «en tres días» (Marcos 14:58). No debemos leer precisión en cuanto a horas en esta variedad de frases. Aunque los apóstoles predicaron que Jesús fue resucitado «al tercer día» (Hechos 10:40; 1 Corintios 15:4), nunca usaron esa cronología como prueba de la autenticidad de Jesús. Los escritores inspirados no parecen preocuparse por el tiempo exacto, ni por la descripción exacta de los tres días.
Igualmente, los apóstoles no se esforzaron por decir exactamente cuándo fue resucitado Jesús, aunque la lectura de un Evangelio puede darle al lector la impresión de que Jesús resucitó en un día domingo. Este ha sido el entendimiento de la gran mayoría de cristianos desde entonces.
Si Mateo 12:40 tenía el propósito de ser preciso, entonces los otros escritores de los Evangelios desviaron a sus lectores. Pero si reconocemos que la cultura judía no esperaba precisión cronológica de tales expresiones cronológicas, se nos hará más fácil entender que Mateo 12:40 puede ser una manera de hablar, no un detalle inexplicado alrededor del cual todos los otros pasajes tienen que ajustarse.
Por estas razones, no enseñamos que el punto de vista de que la crucifixión ocurrió un miércoles sea la mejor interpretación.