Apocalipsis tiene sus raíces hundidas profundamente en los potentes ritmos del idioma y la vida del antiguo cercano oriente.
R.H. Charles, en su obra de dos volúmenes, Apocalipsis, en el Comentario Crítico Internacional, disfrutó de Apocalipsis 1 en sus propios términos. Él escuchó la música. Haciéndolo así, él notó el modelo reiterativo importante «de tres», un modelo que simboliza, a la mente hebrea, certeza y confirmación.
Charles sabía que en el antiguo cercano oriente, la forma literaria era casi tan importante como el contenido. La forma era una clave para la interpretación. La expresión figurativa de la clase que inadecuadamente llamamos «poesía» en idioma español, esquemas de rima atractivos así como repetición, y simbolismo vistoso, estos rasgos de la escritura hebrea nos envían señales verbales sobre como deberíamos leer el libro.
La estructura creativa es obvia. Por ejemplo, Dios usa «el árbol de la vida» de Génesis 2 como el adorno para Apocalipsis 22:2. También, los santos victoriosos en el cielo cantan «el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero» (Apocalipsis 15:3). Esto es porque las estructuras de pensamiento hebreas penetran el libro. Los 404 versos en Apocalipsis contienen varios cientos de referencias al Antiguo Testamento.
En Apocalipsis, los modelos son establecidos inmediatamente en el verso 1, con un modelo de tres doble.
La Revelación es de Dios (1)
por Cristo (2)
a sus siervos (3).
Cristo (1)
por su parte la envió por un ángel (2)
a su siervo Juan (3).
La mayoría de las traducciones modernas, excepto la Nueva Versión Internacional y la Nueva Biblia Inglesa, siguen a la versión Reina Valera en la presentación de un ritmo triple en el verso 2, refiriéndose al testimonio de Juan «de la palabra de Dios, y al testimonio de Jesucristo, y a todas las cosas que él vio».
Sigue en el verso 3, Bendito es:
1. el que lee las palabras de esta profecía, y
2. benditos son los que lo oyen y
3. prestan atención a lo que está escrito en él.
En el verso 4, Juan envía saludos de
1. El que es, y quién era, y quién debe venir, y
2. de los siete espíritus delante de su trono, y
3. de Jesucristo, que es
1. el testigo fiel,
2. el primogénito de los muertos, y
3. el gobernante de los reyes de la tierra.
En los versos 5 y 6, Jesucristo es exaltado porque él
1. nos ama y
2. nos ha liberado de nuestros pecados por su sangre, y
3. nos ha hecho ser un reino y sacerdotes.
En el verso 7, encontramos una forma de poesía hebrea por lo cual las frases subsecuentes llenan el sentido del pensamiento principal. Por ejemplo, el punto «Miren, él viene con las nubes» es amplificado así:
1. y cada ojo le verá,
2. hasta aquellos que le perforaron; y
3. todos los pueblos de la tierra se afligirán debido a él.
En el verso 8, otra vez encontramos una declaración triple de Jesucristo como el Alfa y la Omega. Él es descrito como él «que es, y quién era, y quién ha de venir».
Juan mismo hace una declaración triple en la descripción «del sufrimiento y reino y perseverancia paciente» que son nuestros en Jesucristo (verso 9).
La observación de estas repeticiones triples en Apocalipsis nos ayuda a apreciar la música del libro así como su mensaje. Esto profundiza nuestro entendimiento de la fuerza y poder de la Escritura inspirada. Apocalipsis es no sólo autoritario e inspirado; es hermoso. Disfrutemos de este libro en todas sus ricas dimensiones. ◊