Él nos conoce bien

 

Creo que conozco bastante bien a mi hija. Pasamos mucho tiempo juntas y disfrutamos mutuamente de nuestra compañía. Cuando le digo que la entiendo, ella replica diciendo: ”Tu no me conoces tan bien como te crees”. A lo que yo le digo que sí la conozco muy bien porque yo soy su madre. Pero tal vez tenga razón. A menudo juzgamos a los demás basándonos en lo bien que creemos conocerlos, con lo cual no dejamos lugar para  el crecimiento y el cambio. Situamos a las personas en cajas con lados y esquinas bien definidas.

Y con Dios hacemos lo mismo. Del mismo modo con que solemos  tratar a las personas de acuerdo a nuestras expectativas de cómo pensamos que van a actuar, así tratamos a Dios con la complacencia que viene de pensar que sabemos cómo Él va a responder a la oración, cómo se ocupa de la gente y cómo piensa. Tenemos la tendencia de convertirlo a nuestra propia imagen, imaginando que es como nosotros.

Nosotros no conocemos a Dios tan bien, y está bien que sea así. Como escribió el rey David en el Salmo 139: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí”. Nuestras mentes se sobrecargarían. Dios, en su infinita gloria y poder, va mucho más allá de nuestra capacidad de comprender. Y es por eso que Jesús vino. Jesús es uno de nosotros, y al mismo tiempo es la revelación perfecta del Padre. Podemos relacionarnos y entender a Jesús, y lo que sabemos de él es que nos ama y nunca nos dejará, lo que significa que el Padre nos ama y tampoco nos abandonará. El Espíritu Santo nos da testimonio de ello en lo más profundo de nuestros corazones y mentes. No podemos saber todo acerca de Dios, pero de lo único que si podemos estar seguros es de que él nos ama.

Y aun cuando no conozcamos a Dios muy bien, lo que si es cierto es que él nos conoce perfectamente. El nos conoce en los lugares más secretos e íntimos que nadie más puede ver. Él sabe por qué cada uno actúa de forma única. ¿Te pone esto nervioso? No debería, al fin y al cabo, Dios no es como nosotros. Él es como Jesús. A veces, nosotros damos la espalda a las personas cuanto más llegamos a conocerlos, cosa que él nunca hace.

Todos queremos ser comprendidos, ser escuchados y hacernos notar. Supongo que por eso tantas personas tienen su propio blog en internet. Todo el mundo tiene algo que decir, aunque nadie le escuche. Pero comunicarse atraves del blog nunca sustituye a la comunicación cara a cara. Uno puede tener el blog más visitado en Internet y ser una persona solitaria e incomprendida.

Jesús nos hace uno con él, conduciéndonos a la comunicación eterna del amor que comparte con el Padre y el Espíritu. En él somos escuchados, entendidos, conocidos  y nuestra presencia hecha notar. Solo Dios ­Padre, Hijo y Espíritu – puede profundizar en nuestros corazones y conocer todos nuestros pensamientos. Y nos ama a pesar de lo que ve. Cuando el mundo parece frio e impersonal y me siento sola e incomprendida, me consuelo sabiendo que alguien me conoce bien.

Tammy Tkach vive en California. Ella viaja regularmente como oradora en conferencias, y visitando las congregaciones de la Comunión Internacional de la Gracia por todo el mundo con su esposo, el Pastor General Josehp Tkack.

El-nos-conoce-bien.pdf

 

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