Yo sabía que nuestro viaje a Mozambique sería un reto. Lo que no me esperaba era que mi asistente sería arrestado ¡antes de comenzar!
Le había pedido a un amigo, el pastor Daniel Fernández de Lisboa, Portugal, que me acompañara como intérprete de idioma portugués de Mozambique. Daniel había llegado a Johannesburgo por la mañana, y salimos de inmediato, llenos de entusiasmo, expectativas y esperanza. Pero en el momento que cruzamos de Sudáfrica a Zimbabwe en nuestro camino a Mozambique, la policía de fronteras de Zimbabwe lo arrestó. No fue un comienzo prometedor.
Pero me estoy adelantando a mi historia. ¿Por qué íbamos a Mozambique?
Domingos Rede
Mozambique es una ex colonia portuguesa, situada en la costa oriental de África austral. Es uno de los países más pobres del mundo. Hace unos 10 años, Domingos Rede, profesor en Mozambique, sintió que Dios lo llamaba a predicar al pueblo de Mozambique. Dejó su profesión y se matriculó en una escuela de teología. Construyó una pequeña iglesia de ladrillos de barro y hierba en su ciudad natal y comenzó a evangelizar, incluso antes de terminar sus estudios formales. Llamó a su comunión: «Iglesia de Acción Maranatha» (IAM).
Domingos fue un evangelista en el sentido más verdadero. Él y su familia se mudaron a un pueblo donde esperaban fundar una iglesia. Ellos mismos construyeron una pequeña choza de ramas, barro y paja, y vivieron y trabajaron entre los aldeanos, diciéndoles por medio de acciones y palabras, el evangelio de Jesucristo. Tres o cuatro meses más tarde, se mudarían, dejando tras de sí una pequeña iglesia, en manos de un diácono nombrado y servida por uno de sus pastores regionales. No tenían medios de ingresos, pero Dios siempre proveía, a pesar de que a veces se acostaban con hambre. Dondequiera que iba, muchos respondían a su mensaje. Después de siete años I.A.M. contaba con 54 congregaciones en el centro y norte de Mozambique en las provincias de Manica, Sofala, Tete y Zambesia.
En el año 2007, Domingos asistió a una conferencia no denominacional en el sur de África, donde conoció a un pastor de Comunión Internacional de la Gracia, Caleb Makhela. Intercambiaron números de teléfono, pero no siguieron en contacto. Aproximadamente dos años después, en octubre de 2009, Domingos se sintió impulsado a viajar a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y predicar allí. No pudo dar ninguna explicación lógica de por qué, y él no tenía dinero para hacer el viaje de casi 3,000 kilómetros. Vendió su teléfono móvil para el pasaje y se marchó. Después de viajar a través de Zimbabwe y entrar en Sudáfrica, llegó a un pequeño pueblo llamado Louis Trichardt. Recordó que Caleb vivía cerca de Louis Trichardt, y todavía tenía su número de teléfono. Así que le hizo una llamada preguntando si Caleb podía verlo en la noche.
Como los pastores hacen, Caleb y Domingos empezaron charlar de teología. Caleb le dio a Domingos nuestros folletos titulados Declaración de Creencias, Transformados por la Verdad, e Introducción a la teología trinitaria. Domingos se quedó despierto toda la noche leyendo. Al día siguiente, le explicó a Caleb que él y su junta de la iglesia habían estado orando para que Dios les llevara a una denominación con una teología sana que estuviera dispuesta a afiliarse a ellos y darles orientación, estructura, gobernanza y rendición de cuentas. Hasta que leyó la literatura de Comunión Internacional de la Gracia, no había encontrado una comunidad con cuya teología estuviera completamente de acuerdo. Le dijo a Caleb que quería reunirse con el liderazgo en el sur de África para discutir la posibilidad de afiliarse con nosotros.
En busca de un hogar espiritual
Cuando me reuní con Domingos, al principio estaba escéptico. Muy a menudo en África, las iglesias quieren afiliarse a organizaciones más grandes para obtener dinero. Le dije a Domingos de que si él estaba en busca de dinero, que había venido a llamar a la puerta equivocada. De hecho, si se afiliaba con nosotros, entraría en nuestro modelo financiero y, probablemente, tendría que entregar una porción del ingreso de Mozambique a nuestra Oficina Nacional. (En ese momento no me había dado cuenta completamente de cuán pobre era Mozambique en realidad). Él nunca parpadeó, sólo insistió en que lo único que buscaba era capacitación, gobernanza y rendición de cuentas. Él no quería que su iglesia fuera por el camino de tantos otros en África, donde el líder introducía sus propias ideas teológicas y descarriaba a su rebaño, o los que se centraban en el líder en lugar de centrarse en Dios.
También le expliqué a Domingos de que la afiliación no era algo en lo que nos apresurábamos. Pasaríamos a través de un período de «compromiso» para ver si éramos compatibles y si ambos grupos nos llevábamos bien. Le sugerí que regresara y le explicara la situación a su junta directiva, y que yo iba a hacer lo mismo. Luego yo viajaría a Mozambique y visitaría sus iglesias personalmente.
En febrero de 2010, Caleb Makhela y yo fuimos a Mozambique para visitar a Domingos en su tierra natal. Viajamos por todo el país con él, visitamos y predicamos en 44 iglesias en 10 días. El recibimiento que nos dieron en cada congregación fue realmente conmovedor, y la unidad espiritual fue abrumadora.
Fue entonces que la pobreza en el país realmente me impactó. Todos los miembros viven de la agricultura, cultivan maíz, que cuando se muele y se hierve constituye su principal alimento. Este es su desayuno y cena, cocinado sin sal ni ninguna otra especia o salsa. El almuerzo es algo inaudito. Su única bebida es agua, extraída de un río o de uno de los pozos que el gobierno ha instalado en ciertas regiones. Tal vez cada quince días se sacrifica a un pollo, que ofrece un poco de proteína en su dieta. En una ocasión se nos presentó «el té», que era simplemente agua hervida con una cucharadita de azúcar. Sin embargo, estas personas eran sinceras y genuinas y querían asociarse con nosotros.
Decidimos que íbamos a formalizar nuestra asociación en agosto de 2010, cuando Domingos asistiría a una sesión de formación pastoral en el sur de África. El día antes de salir para asistir a la conferencia internacional de Comunión Internacional de la Gracia, en julio, en los EE.UU., le llamé por teléfono para verificar que había recibido los fondos que le había enviado para cubrir sus gastos de viaje. Él me deseó un buen viaje, y me dijo que él y los miembros de Mozambique estarían orando por una conferencia exitosa.
Impactantes noticias
Cuando llegué a Orlando, fui impactado y entristecido al enterarme de que Domingos había fallecido, probablemente debido a una recaída de malaria. No sólo había perdido un buen amigo, sino que había perdido nuestro canal de comunicación con Mozambique, ya que el idioma principal es el portugués. Domingos era el único miembro en Mozambique que hablaba algo de inglés.
Gracias a la tecnología del siglo 21, sin embargo, pude utilizar los programas de traducción de Blackberry y Google para responder a los mensajes desesperados de las personas que Domingos dejó en Mozambique. Les aseguré que nuestra relación continuaría y que los volvería a ver tan pronto como pudiera. Tuve la oportunidad de regresar a Mozambique en septiembre de 2010, cuando con el consejo y la aprobación de su junta directiva de la iglesia, nombré al Pastor Mariano Binzi como su nuevo líder. A pesar de que el proceso de afiliación no se había formalizado todavía, ellos ya se consideraban totalmente Comunión Internacional de la Gracia.
Una cosa que me di cuenta en mi primera visita fue la importancia de la formación de los pastores en teología fundamental. Algunos de los pastores de Mozambique ni siquiera tenían Biblias cuando los conocí. Desde entonces, los hemos provisto de Biblias, y con la generosa ayuda de las iglesias de Canadá, hemos sido capaces de planificar un programa de formación pastoral. También hemos podido enviar a un líder y un traductor de nuestra pequeña congregación en Portugal. Enter Daniel Fernandes, quien es originario de Mozambique, aunque salió del país cuando todavía era un niño pequeño.
Arrestado
Fui a traer a Daniel al aeropuerto de Johannesburgo a las 6 am el miércoles de la Semana Santa y nos fuimos inmediatamente a Louis Trichardt, donde nos reunimos con Caleb Makhela. Nosotros tres partimos entonces para Mutare en Zimbabwe, donde podríamos pasar la noche en la casa de uno de nuestros pastores de Zimbabwe, Emmerson Gova.
En la frontera Beitbridge, hicimos fila por cinco horas. Cuando tuvimos los permisos para entrar a Zimbabwe, Daniel fue recibido con su primer puesta de sol africana. Sacó su cámara y tomó dos imágenes de árboles con la puesta de sol detrás de ellos.
Por desgracia, todavía estábamos en una zona restringida donde las cámaras no eran permitidas, y el oficial de Zimbabwe se abalanzó para arrestarlo en el acto. Lo llevaron a una habitación trasera, le confiscaron el pasaporte y la cámara, y le dijeron que tendría que comparecer ante un juez el día siguiente.
Me di cuenta de lo que los funcionarios de la frontera querían en realidad ¡cuando empezaron a frotarse los dedos pulgar e índice! Les dije que éramos pastores y que no estábamos dispuestos a pagar cualquier tipo de soborno. A mí también me amenazaron con llamar a la Embajada de Portugal. Esto fue más problemático de lo que ellos querían, así que hicieron que Daniel borrara las imágenes, seguimos nuestro camino otra vez. Llegamos a la casa del Pastor Gova un poco después de la medianoche y ¡lo despertamos tirando piedras sobre su tejado!
Sobreabundancia
Salimos de Mutare a la mañana siguiente, viajando a través en Mozambique y, finalmente, llegamos a Morrumbala, en el norte de Mozambique, justo antes de la medianoche del jueves. La mayoría de los asistentes a la conferencia ya había llegado y habían estado danzando toda la noche en alabanza y adoración. Después de una bienvenida cálida y conmovedora, casi nos arrastramos hacia la choza para dormir. La música y el baile continuaron hasta las primeras horas de la mañana. Los cristianos africanos saben mucho acerca de la alegría de la salvación.
Al día siguiente nos enteramos de que en lugar de los 54 delegados que esperábamos, ¡habian llegado más de 350! Ellos habían traído sus esteras y la mayoría dormirían bajo las estrellas, sin mantas para abrigarse. ¡Qué lección de humildad fue ver la sed y el sacrificio de ellos por el entendimiento!
También descubrimos que desde mi última visita en septiembre de 2010, 33 iglesias más habían sido plantadas, para un total de 87 congregaciones. Incluso sin Domingos, la difusión del Evangelio en Mozambique continúa.
Pasamos los próximos cuatro días en comunión, cantos, alabanza y enseñanza. Los líderes de Mozambique con avidez bebieron y aceptaron todo lo que enseñé. El domingo, en una ceremonia conmovedora, se formalizó la afiliación y la bienvenida a nuestros hermanos y hermanas de Mozambique a la comunión con Comunión Internacional de la Gracia. Tomamos la comunión con ellos, esta fue su primera experiencia para la mayoría.
Oración
Por favor, recuerde orar por nuestros hermanos y hermanas de Mozambique. Los desafíos que ellos enfrentan son muchos. Hay poco o ningún sistema formal de transporte, por lo que es muy difícil para nuestros pastores visitar a las iglesias y sus miembros. A menudo se utilizan bicicletas para viajar cientos de kilómetros sobre terreno accidentado.
Las enfermedades son muy frecuentes. La esperanza de vida promedio es de al menos 20 años por debajo de la media mundial. Es uno de los países más pobres del mundo. Ahora tenemos cerca de 2500 miembros allí, ninguno de los cuales son empleados o tienen otros medios de ingresos. Todos ellos son agricultores de subsistencia y viven día a día, de la mano a la boca, rascando un medio de vivir de la dura tierra africana.
Las Biblias que les damos son sus posesiones más valiosas, y tienen hambre de más conocimiento y comprensión. Continuamente encuentro en su alegría y amor una fuente de gran inspiración y un recordatorio radiante sobre de qué se trata nuestra fe. ¡Los corazones y oraciones de ellos están con todos sus nuevos hermanos y hermanas de todo el mundo, como saben que los suyos están con ellos!
Tim Maguire