Dejando nuestros «peros» evangelísticos

El progreso de un peregrino

A maze under a blue sky with question mark clouds.

Por M i k e  F e a z e l l

¿Ha oído usted el gran PERO evangelístico? Es algo como: «sí, sí… por supuesto somos salvos por gracia, PERO…»

El gran PERO siempre logra colarse en cualquier discusión sobre la gracia. Parece que podemos hablar mucho sobre «salvo por gracia», pero tendríamos más «fe» en nuestra salvación si tuviéramos un montón de buenas obras que señalar.
Y la mayor parte de nosotros nos agitamos un poco cuando oímos a alguien llevando la gracia «demasiado lejos».
«Claro que somos salvos por gracia, PERO nosotros hacemos esto y no hacemos esto otro y si usted no es como nosotros irá directamente al infierno».
¿¡Eh!?
¿de que tenemos miedo?

Es como si nos asustamos terriblemente si en algún sitio, de alguna manera, alguien podría «hacer» algo — algo que podríamos desear profundamente hacer también. Entonces tenemos que encontrar la manera de frenar el tren de la gracia antes de que se salga de control, antes de que la gente comience a creerlo, antes de que ellos comiencen a dejar un poco el sentimiento de culpa y dejar de preocuparse por si Dios va a lanzarlos en el infierno por su fracaso de alcanzar el comportamiento perfecto.
La Biblia es bastante clara en este punto. «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras,  para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”. (Efesios 2: 8-10)
Incluso nuestra fe es un regalo de Dios, no algo que añadimos a la ecuación. Y hasta nuestras buenas obras, tal como son, son la habilidad de Dios, no nuestra.
Pablo preguntó a los gálatas a propósito: “Sólo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos?” (Gálatas 3:2-3)
¿Cómo hizo el gran PERO para entrar en escena?

Parece que todos somos adictos a la idea que en asuntos de justicia, Dios más o menos se parece a nosotros — que él bendice y aprecia las buenas acciones y maldice y castiga nuestros errores, y que él «nos atrapará» al final. Esto tiene sentido para nosotros, por lo visto, porque rutinariamente lo hacemos el uno al otro, a nuestros cónyuges, a nuestros niños, a nuestros jefes, a nuestros empleados, a nuestros vecinos y a nuestros amigos. Dios no.
Tal como Jesús

En cuanto a abrigar rencores y desquitarse, él no se parece a nosotros en absoluto. Él se parece a Jesucristo. Exactamente como Jesucristo.
Jesús no contó los errores y mantuvo los pecados sobre las cabezas de la gente. Él perdonó. Él perdonó hasta a sus enemigos, hasta la gente que lo mató. «Padre, perdónalos,» oró,«porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34).
La salvación no depende de que tan bien usted se comporta; depende de cuánto Dios le ama. Y él le amó tanto que dio a su Hijo para salvarle; él envió a su Hijo no para condenar al mundo, sino para salvarlo (Juan 3:16-17).
Este es el PERO que deberíamos escuchar: «PERO debido a su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en la piedad, nos dio vida con Cristo aun cuando estábamos muertos en transgresiones — es por gracia usted ha sido salvado» (Efesios 2:4-5). Usted no encontrará otro PERO además de este.
Sí, por supuesto, Dios hará algo respecto a su comportamiento también. De hecho, él vendrá y vivirá en usted por medio del Espíritu Santo y comenzará una transformación de toda la vida suya. Esto significa que su salvación es completamente su regalo desde el principio hasta el final. Usted puede confiar en él; ni sus debilidades y problemas y pecados pueden dejar que él vea el final que tiene para usted.
Si debe haber otro «pero», es este: la salvación es gratis, PERO usted no puede experimentar y disfrutar lo que usted no acepta. ¿Entonces, por qué no aceptar el amor de Dios y confiar en Jesús para su salvación? Usted está seguro en sus manos.
¿No es tiempo que deje de preocuparse sobre qué va a pasar con usted y entregue su vida a él de una vez para siempre? ¡Él está de su lado y siempre lo estará!.

Autor: Comunión de Gracia

COMUNIÓN DE GRACIA INTERNACIONAL [GRACE COMMUNION INTERNATIONAL], es una denominación evangélica activa en casi 100 países y territorios con una afiliación internacional de alrededor de 42 mil miembros y 900 congregaciones. Nuestra misión es “vivir y compartir el evangelio”. Creemos en la unidad espiritual de todos los creyentes en nuestro Señor Jesucristo. Le invitamos a reunirse con nosotros en nuestros servicios de adoración donde escuchará el evangelio de Jesucristo y conocerá a otros cristianos que están experimentando su relación con Jesucristo, así como usted.

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