Danos hoy el pan de cada día. Mateo 6:11
Esta escritura es bien conocida ya que forma parte de la oración conocida como el Padrenuestro. Jesús dio un modelo para la oración con la que los creyentes podemos perfilar nuestra comunicación con Dios.
“Pan” en este contexto simboliza todo lo que comemos y todo lo que necesitamos. No es solamente una referencia a nuestra nutrición física sino principalmente le estamos pidiendo a Dios que nos alimente espiritualmente a través de Jesús, quien es el divino Pan de Vida. Cristo explicó: “Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed” (Juan 6:35).
El libro de Oseas se refiere a una sociedad que “alimenta al viento” y que “diariamente incremente las mentiras y la desolación” (12:1). Así es nuestro pueblo que busca filosofías e ideas insustanciales para su fortaleza espiritual. Nota que cuando oramos por nuestro pan de cada día estamos reconociendo que necesitamos que Dios nos alimente y nos sostenga en las dificultades de la vida.
Sólo porque alguien es cristiano no significa que él o ella está automáticamente libre de dificultades físicas. Nosotros participamos del sufrimiento del mundo (1 Pedro 5:9), y esto puede a veces incluir no tener suficiente para comer. Cuando Jeremías estaba prisionero injustamente, el Rey Zedequías dispuso que se le diera “cada día una pieza de pan de la calle de los panaderos hasta que todo el pan en la ciudad se hubiera acabado” (Jeremías 37:21). Él fue atrapado en los eventos de su tiempo. He conocido muchos cristianos que han sufrido durante la escases de alimentos y las sequías.
Pablo, quien no fue bendecido ni con salud ni con riquezas físicas, menciona a los Corintios que él y otros apóstoles “padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija” (1 Corintios 4:11), y después explica que por el bien del evangelio él personalmente estuvo “en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez” (2 Corintios 11:27). A pesar de esas pruebas él pudo asegurar a los creyentes que “Dios proveerá para todas tus necesidades según sus riquezas en gloria por Cristo Jesús” (Filipenses 4:19). Para el cristiano, Jesús es la única fuente de nutrición interior.
El apóstol Santiago también habla sobre los cristianos en necesidad. Él dice: “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? (Santiago 2:15-16). Nosotros colaboramos con Dios al dar el pan de cada día a otros cuando ayudamos a los que lo necesitan.
En conclusión, nota que la petición es por nuestro pan de cada día. No es una oración egoísta para mi bienestar individual. Es para nosotros. Oramos para que Dios no solamente me mantenga a mí día a día, sino que él nos de a cada uno de nosotros día a día lo que necesitamos para pasar el día.
“Padre nuestro que están en el cielo, gracias por darme lo que necesito día a día. Oro por los cristianos que están en necesidad física para que tú intervengas y los libres a ellos y a sus familias. Sobre todo, oro por todos los creyentes para que nos enriquezcas día a día por medio de tu Espíritu y nos suministres la fortaleza para caminar día a día con tu Hijo Jesucristo. Oro en el nombre de Jesús. Amén.”
Photo por BocaDorada