Segundo Sábado de adviento – 10 de diciembre 2011
No hay santo como el Señor; En verdad, no hay otro fuera de Ti, Ni hay roca como nuestro Dios. 1 Samuel 2:2
Las oraciones de Ana son contestadas. Samuel ha nacido. Ella se llena de alegría y canta a Dios un himno de alabanza. (1 Samuel 2:1-10). Es un regalo desenvuelto con lágrimas, un regalo formado en su desesperación y dolor, un regalo de gran alegría.
Tómate el tiempo hoy… para desenvolver el regalo de la alabanza en tu vida tal como es hoy. Quizás te gustaría reflexionar sobre el Salmo 126.
Enciende una luz… reconoce que Dios es una roca, tu seguridad y tu fuerza.
Haz tiempo hoy… para hacer algo práctico que sea simplemente una expresión de alabanza y gratitud a Dios; desenvuelve el regalo de Dios para ti.